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Eurovisión, fiel reflejo de Europa

Eurovisión es el típico subproducto televisivo malo, pero que todos al final tenemos curiosidad por conocer su resultado y la canción ganadora. No voy a entrar a juzgar la basura musical que nos meten por los oídos todos los años porque, aunque parezca mentira, en Europa se hace mucha mejor música que la porquería que sale en este concurso. He dicho que no voy a valorarlo porque lo que aparece alrededor es todavía peor y esto se convertiría en un largo y tedioso artículo.

¿Qué me dicen para empezar de la fauna que participa en las votaciones por cada país? Parecían todos los presentadores de la película "Los juegos del hambre", o personajes sacados de la novela de Huxley "Un mundo feliz". Gente totalmente artificial con saludos propios de retrasados mentales y con grititos absurdos, ridículos y de auténticos estúpidos. Personajes que hacían todo lo posible por parecer de plástico y, bajo cuya capa exterior, sólo esperarías encontrarte algún cable o una tarjeta de vídeo y sonido. Ya el colmo de los colmos fue ver a uno de los presentadores de, no recuerdo que país, apareciendo con un perro en los brazos y haciéndole saludar al público. De auténticos imbéciles.

Pero ya, lo más fuerte es el vencedor del Festival de Eurovisión, Europa, que estuvo a punto de ser Australia. Otro fiel reflejo de lo que es esta Europa del siglo XXI. Europa es un ente lleno de gente repleta de complejos que carece de amor propio y de aprecio por si mismo. Llegan los musulmanes a Europa y se convierten en los dueños de cualquier ciudad o país, vayan donde vayan. Les permitimos construir cientos de mezquitas, les votamos para que impongan sus costumbres sobre las nuestras y les entregamos las llaves de nuestra casa, mientras nosotros nos vamos a vivir debajo de un puente con nuestros hijos. Eso es Europa, un continente lleno de atontados acomplejados que se pasan el día pidiendo perdón no se sabe muy bien por qué y regalando lo suyo al de fuera. 

Este tipo de eventos dejan más evidencias de lo que en realidad somos de lo que en un principio pudiera parecer. Somos una sociedad muy efectista pero completamente artificial. No tenemos demasiado claros nuestros principios y lo sacrificamos todo por la imagen, la puesta en escena, olvidándonos del fondo, en este caso la basura musical. 

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