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Mordiendo la mano que les da de comer

Hay ciertas cosas en la vida que deberían ser sagradas, la gratitud, el respeto, la educación... Pero en esta España actual parece que todos esas cosas, o más bien valores, parecen como pasados de moda. Parece como si un día sí y otro también la gente se ocupara de tirarlos por tierra y restarles la gran importancia que tienen. No entro en ideologías ni en formas de pensar, eso debería ser básico en cualquier ser humano, pensara lo que pensara. Lo que más me llama la atención es que quien más los tira por tierra es quien más debería respetar todo eso, los personajes públicos. Y no solo deberían hacerlo por pura educación, deberían hacerlo por decencia.

Uno de esos personajes es Gabriel Rufián de ERC. No es que sorprendan sus continuas salidas de pata de banco, es que empiezo a pensar que este chico debe tener alguna enfermedad mental grave, porque si no, no lo entiendo. Publicaba en estos días este fulano el siguiente tuit.


Parece como si estos independentistas, que se pasan el día diciendo que se les falta al respeto, nos tomaran por tontos. Gente como él, que se pasa el día faltando a los demás exige algo que a él no se le ocurre hacer ni por asomo. Exige algo que para él y su forma de ver la vida es completamente desconocido. Exige, pero a cambio no da nada, más bien todo lo contrario. Es difícil mantener un cierto respeto hacia personas así, personas que se pasan el día ofendiendo.

Pero siendo grave eso, es más grave todavía en su caso porque todos los finales de mes cobra de esas personas a las que está ofendiendo. Es decir, está incumpliendo una regla tan básica de la vida como no morder la mano de aquel que te da de comer. Él lo hace continuamente, y no solo eso, contesta a quien le afea esa conducta. Pero no es que le afeemos la conducta porque no estemos de acuerdo con su ideología, le afeamos la conducta porque sus empleadores y pagadores nos sentimos ofendidos. Aunque no servirá para nada porque es evidente que a este chico no es que le falte un hervor, está completamente crudo.

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