Mas el engreído

Ya, ya se que los políticos siempre hacen un resumen de su gestión siempre bastante positivo. Ya sabemos todos que cuando hablan nadie lo ha hecho mejor que ellos, si han hecho algo mal no ha sido por su culpa, si no por el de enfrente y que los críticos nunca tienen razón, aunque sea argumentando el más peregrino de los argumentos.

Pero en el caso de algunos su descaro y su mentira llega a puntos impresentables, llegan a un punto en el que el problema no es la mentira en si, el problema es tratar a su auditorio como si fuera imbécil. Esa es la conclusión a la que, por lo menos yo, he llegado en el caso de la rueda de prensa del señor Mas acerca de la situación política y económica de Cataluña. Puede, por supuesto, el señor Mas decir lo que quiera, mentir todo lo que quiera pero es que llega un punto que ciertas mentiras son ofensivas para quien las escucha, a mi me ofende. 

Ha dicho el honorable frases como las siguientes:

- Cataluña es el motor de la recuperación económica de España...

- Líderes, junto con Madrid, en inversión extranjera...

- En Cataluña las cosas se hacen mejor...

- El gobierno central debe respetar la ¡¡leyes catalanas!!

- En Cataluña se hacen las cosas mejor.

Es curioso que sea Cataluña el motor de la recuperación de España con una deuda que supera ya los 50.000 millones de € y que ha recurrido al FLA hasta para pagar a sus funcionarios, en total por valor de 38.691 millones de €. Por supuesto que de siempre tanto Madrid como Cataluña han sido los líderes en inversión extranjera, pero lo que se le ha "olvidado" decir al señor Mas es que Cataluña ha perdido en su proceso separatista más del 50% y Madrid tiene una inversión cuatro veces superior. Que justo después del impresionante escándalo, y robo, de los Pujol diga que allí se hacen las cosas mejor es como de guasa. Arturo Mas incumple continuamente todas las leyes españolas que está obligado, y se comprometió en cumplir, tras la jura de su cargo. Decir ahora que el gobierno central debe respetar las leyes catalanas es sarcasmo puro.

Se puede mentir, se puede manipular, pero siempre con prudencia y sobre todo cuando los datos en contra son tan evidentes como en este caso. Cuando a pesar de esos datos se sigue mintiendo la mentira se convierte en ofensa. Ya está bien Arturo, deja de ofendernos ya, te estás pasando.