Los machirulos y las marimachos

Que yo soy anti-podemita es algo que es evidente. No estoy de acuerdo ni con el fondo ni con las formas de este partido político. No soy comunista. No estoy de acuerdo con sus principios, sobre todo porque no los tienen y creo, además, que en caso de que gobernaran algún día sería lo peor que le podría pasar a España, sería nuestra puntilla. Pero lo que menos me gusta de ellos son las lecciones que van impartiendo por el mundo, aquellas de haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago.

Defienden el feminismo, pero sólo si es de su partido. Defienden a los homosexuales, pero sólo si son de su partido. Se declaran pacifistas y pacíficos, pero hay que verles a ellos y a sus seguidores cómo se ponen de violentos cuando no se está de acuerdo con sus ideas. Califican a los demás de machirulos mientras su propio líder tiene frases tan célebres como aquella de "salir de cacería de fachas". 

El calificativo utilizado por Irene Montero hacia un miembro del PP en los últimos días, machirulo, me resulta curioso viniendo de una mujer a la que se le podría definir de la misma forma. ¿Qué es un machirulo, Irene? ¿Alguien que quiere guillotinar a los Borbones? ¿Alguien que califica a Fraga como terrorista? ¿Alguien que pide la libertad a un condenado como Bódalo por violento? ¿Alguien que se enfrenta con un diputado de Ciudadanos levantándole la mano? ¿Eso es un machirulo? 

Y cuando ese alguien que actúa de esa forma es una mujer y, además, diputada, ¿no te parece a ti que además de machirulo podría ser una marimacho? Pues esa es la imagen que de ti tenemos muchos, querida mía. Si actuar como una machirulo o una marimacho puede ser malo, es peor todavía que eso se vea como defecto sólo cuando lo hacen los demás. Pero claro, eso es lo habitual en Podemos, la piel muy fina para los suyo pero muy gruesa para lo de los demás.