No
seré yo, Dios me libre, quien defienda a nadie del Parlamento Catalán. Mucho
menos al Presidente de la Generalidad ni a ninguno de sus consejeros, pero en
este país, de momento hay ley, y ésta está para cumplirla.
La
sentencia del, para mi hasta ahora desconocido, juez Ramón Sáez Valcarcel
relativa al intento de asedio del Parlamento catalán en el que, recordemos,
Arturo Mas tuvo que llegar en helicóptero es, cuanto menos, alucinante. Pero es
sobre todo alucinante la redacción de la misma:
“Cuando
los cauces de expresión y de acceso al espacio público se encuentran
controlados por medios de comunicación privados, cuando sectores de la sociedad
tienen una gran dificultad para hacerse oír o para intervenir en el debate
político y social, resulta obligado admitir cierto exceso en el ejercicio de
las libertades de expresión si se quiere dotar de un mínimo de eficacia a la
protesta y a la crítica....”
Vayamos
por partes, eso del control de los medios de comunicación privados me resulta
curioso, y sobre todo en estas semanas. Resulta que el ínclito Pablo Iglesias
ha hecho una aseveración similar estos días haciendo referencia a la necesidad
de control por parte del estado de los medios de comunicación privados. Yo, que
creo poco en las casualidades, creo que uno de los dos ha copiado aquí o tenía
chuleta, o Pablo Iglesias ha copiado al juez o viceversa. Creo, por lo que se
ve, que el señor juez y Pablo Iglesias deben gustarse y, cuanto menos, se
wassapean.
En
cuanto a los sectores de la sociedad que para que sean oídos necesitan cierto
exceso en su libertad de expresión. Me parece genial señor juez, yo voy a poner
en práctica su sentencia. ¿Qué le parecería si yo dijera de su sentencia que es
una chorrada, demagógica, sin sentido y que denota una gran necesidad del juez
que la dicta en ganar protagonismo? Señor juez, yo lo único que hago es
excederme en mi libertad de expresión, algo que al parecer a usted no sólo le
gusta si no le que lo defiende al ultranza.
En
este país los políticos no están al servicio del pueblo, si no lo contrario, y
los jueces, en lugar de juzgar en función a lo que marca la ley, juzgan en función a sus ideas políticas
y a su descarado afán de protagonismo. Este juez está como loco por ser llamado
a algún programa de estos a los que van personajes como él, programas de medios
privados, por cierto. A este señor le ha gustado el resultado de Podemos y anda
como loco porque le llamen. Debe haber alguien dando euros a quien más demagogo
o populista sea, porque andan todos como locos, como si fuera una competición.
Si fuera por defender a España seguro que no hubiera dicho eso.
ResponderEliminarParece que tú eres de los que llamas Jorge Arbusto al ex-presidente de los EE.UU ¡Menudo elemento estás hecho, chaval! Qué poquita altura de miras.
ResponderEliminarMenos mal que esto es un blog para cuatro amiguetes... Vergüenza me dan los personajes de ficción que campan por mi querida España, tanto o más que los naZionalistas catalanes.
Ay amiguete, será visible "tras la aprobación". Eso está feo, muy propio de los regímenes comunistas y/o naZionalistas. ¿Se aprobará o no se aprobará? Mmmm.. bueno, por lo menos lo lees y puedes repetir tres veces "qué capullo soy", "qué capullo soy", "qué capullo soy". Un cordial saludo.
ResponderEliminar