Ya llegó lo que nos faltaba por ver, los apesebrados y los aborregados criticando en el resto del mundo lo que sólo es una evidencia en ellos. Yo puedo estar más o menos de acuerdo con un partido político, con un político, con una idea política, pero lo último que se me ocurre es meterme en un foro que sea completamente contrario a todas mis ideas políticas y comenzar a repartir "piropos" entre los que allí opinan.
Pues bien, esto es lo que está empezando a pasar con nuestro querido Pablo Iglesias. Sus fieles y leales se dedican a buscar en foros no afines críticas a "su amado líder". No le hace falta a Pablete ni despeinarse su larga coleta, ya tiene a sus convencidos para pegarse por él y vendernos a los contrarios las bondades de su líder. ¿Pero no se dan cuenta éstos de la absurdez de su absurda iniciativa? No se me ocurriría a mi nunca ir a intentar convencer a nadie convencido de lo contrario, y mucho menos con insultos o calificativos. ¿Pero de que van? ¿Por qué nos tiene que parecer bien este hombre? ¿Acaso creen que por no seguir al coletas algunos estamos de acuerdo con el sistema establecido o con los políticos de turno?
Como le gusta a esta gente el pensamiento único, a saber lo que serían capaces de hacer porque pensásemos lo que ellos quieren. Pablo Iglesias no me representa, él no es el inventor de nada y, simplemente, busca la táctica del caballo ganador. Como será que ahora dice que el día que consigan el ministerio comenzarán a educar. Si no te hace falta Pablemos, ya tienes a un montón de "educados" con bastante poca educación que darían un huevo y la yema del otro por defenderte. Ya tienes a unos cuantos descerebrados entregados a la causa. Bien es cierto que es posible que todavía no sean suficientes para tu proyecto de Pablismo, ¿o de Iglesismo? Que más da, llámalo X.
Mientras tanto los educados nos hablan de sectarismo cuando ellos son capaces de seguir al primer loco que les coloque la zanahoria en el hocico. Yo no quiero el sistema actual, yo no quiero el bipartidismo, pero tampoco quiero a los Podemos de turno, ¿es tan difícil de entender o lo tengo que deletrear?
De Pablo Iglesias y su movimiento hay para escribir tela marinera. Da para una tesis. Empezando por el apoyo increíble que ha obtenido en la televisión, medio indiscutiblemente vital para alcanzar la popularidad que tiene. O a alguien le puede entrar en la cabeza que éste hubiera podido conseguir tantos votos apareciendo tan solo como articulista de El Pais, El Mundo, Publico o incluso, por exagerar, Marca (diario más vendido)? En un país que no lee, la popularidad solo se puede conseguir saliendo en televisión y diciendo lo que la gente quiere oir. Gente que en su mayoría es pobre o simplemente no tiene trabajo, pero que ante todo es pobre de espíritu, porque tienen tan pocos recursos que nada tienen por perder, acaso el respeto, y se lanzan a la piscina. Les sobra el argumento del ataque a la casta (quién no está harto del PPSOEIU?), y por supuesto el comedimiento y la apariencia con que Pablo Iglesias habla. Pero resulta increíble que en el país de la picardía, la envidia y la desconfianza haya tanta gente que se haya echado en brazos de este vendehumos. No cabe duda de que aquello de izquierda y derecha ya no existe, tan solo la libertad y esclavitud, y la mayoría de los españoles se empeña en vivir en esclavitud.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en casi todo, pero una salvedad , y la ha dicho Esperanza Aguirre la culpa de todo la tiene la falta de educación en la Enseñanza, la mayoría son semianalfabetos , y/o Universitarios descerebrados con el coco comido por estos listos, del 1.200.000 votos estoy casi seguro que ni el 5% de llos pertenece a la clase trabajadora. UN SALUDO.
ResponderEliminarPor supuesto, eso por descontado. Yo, mientras tanto, y sin perjuicio de que Esperanza Aguirre podría haber sido la mejor presidenta del Gobierno en España, ya no sé en qué creer. Siempre he tenido el escepticismo por bandera, creo que es lo que le falta al pueblo español: pararse a pensar y a reflexionar antes de muchas de sus acciones, pero una dosis extrema de escepticismo te lleva a una gran confusión. Me refiero a las dudas que tengo sobre la mismísima Aguirre. No será el equivalente al José Bono del PSOE, una más de la casta que se disfraza de 'ideas auténticas' para aparentar ese raciocinio que tanta falta hace? Aunque claro, el defensor máximo de esta teoría es Enrique de Diego, un gran liberal sin tapujos del que también pienso que vomita por no haber conseguido las licencias de radio que a él le hubieran gustado. Lo dicho: escepticismo. Es una sociedad de intereses. Y la española, una sociedad inculta con intereses, que es aún más peligrosa.
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