Si hubiera una asociación mundial de mediocres y tuvieran convenciones anuales en sitios como Las Vegas habría muchos políticos españoles que podrían ocupar el puesto de presidente vitalicio. Pero hay uno que, no solo lo podría ocupar sino que se podría hacer un busto con su estampa y su cara para ser entregada a los premiados anuales, tipo estatuilla de los Oscar, pero en malo. entre los muchos mediocres candidatos que habría muchos darían el pego. Unos son guapos, otros parecen listos, otros incluso parecen hacer deporte, pero el caso de Homs da el perfil perfecto, es un mediocre, habla como un mediocre y tiene cara de mediocre.
Leemos en "Voz Populi" que Homs ha dado un aviso al estado español: "Ya hemos declarado la guerra y no hay marcha atrás". Si esas frases vinieran de tipos como Silvester Stallone o Chuck Norris podríamos incluso entrar en pánico, pero no, vienen de un tipo como Homs. Eso más bien suena a monólogo de Gila, seguro que muchos lo recuerdan: llamada telefónica: "¿Es el enemigo? Sí, mire, ¿a qué hora piensan atacar? ¿A las 7 de la mañana? Puff, no mejor a otra hora, que a esa hora estamos todavía durmiendo". Ese era Miguel Gila, un genio del humor y de los monólogos, pero querido Homs, ese no es tu caso. Tú nivel no llega ni a amedrentar, llega a hacernos reír, pero no como en el caso de Gila, que nos reíamos de su ingenio, en tu caso nos reímos de esa estampa física y dialéctica que calzas y de esa forma de expresarte con la que se nos ocurre otra frase ya mítica:
"Trata de arrancarlo, Francesc. ¡Trata de arrancarlo, por Dios!"
Vía "El Diestro"
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