El Príncipe Carlos de Inglaterra es invitado a "Master Chef" Australia y se niega a comer los platos preparados por los concursantes
Raro que se le invitase y raro que aceptara
La invitación al Príncipe Carlos de Inglaterra y a su esposa Camila al programa "Master Chef" Australia se produjo en Abril, pero el programa ha visto la luz ahora en Julio. Esta es una invitación un poco extraña puesto que no es muy lógico que un personaje así sea invitado a un programa de ese tipo y tampoco es muy lógico que este acepte.
Pero el caso es que se produjo y los concursantes pretendieron agasajar a sus invitados con platos típicos australianos. Aunque según relatan en Eater, el experimento televisivo no salió demasiado bien. Pese al revuelo creado por su aparición en el programa y el esfuerzo de los aspirantes en preparar platos con productos tradicionales australianos, hubo un pequeño fallo: ni el Príncipe ni su mujer probaron las recetas que cocinaron los concursantes.
Es verdad que igual no les apetecía mucho un tartar de ualabí (un marsupial similar al canguro) servido con hormigas verdes, o la mousse de queso de cabra, pero a algunos fieles seguidores del programa no les sentó demasiado bien la aparente falta de apetito de los ilustres invitados ingleses.
In April during The #RoyalVisitAustralia The Prince of Wales and The Duchess of Cornwall were filmed meeting judges and contestants from @masterchefau - today the show was aired on Australian TV. #MasterChefAU pic.twitter.com/nwi6SItWBx— Clarence House (@ClarenceHouse) 4 de julio de 2018
Por supuesto, no faltan todo tipo de teorías para explicar por qué ni el Príncipe ni la Duquesa de Gales le hincaron el diente a las recetas que les prepararon. Más allá de que comer canguro y hormigas no entre en su dieta habitual, hay quienes señalan que las férreas normas de protocolo de la Casa Real inglesa prohiben estrictamente comer delante de las cámaras.
Otras teorías señalan que tiene que ver más con temas de seguridad: ni los productos crudos ni los platos demasiado exóticos se toleran en el menú real, para evitar sustos cuando están lejos de palacio o del Reino Unido.
Siendo cierta cualquiera de esas teorías uno se pregunta por el motivo exacto de la invitación cuando, al parecer, el hecho de que no comieran nada es lo más normal. Qué raros son estos británicos.
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