Cuando la crisis es la normalidad
Decía Gustavo Adolfo Becquer en su poema:
-¿Qué es poesía? -dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul-.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.
No es mi intención hablar de poesía, por supuesto, no es ese el motivo que me lleva a escribir este artículo, si la pregunta que se hubiera hecho Becquer en su poema hubiera sido ¿que es crisis? en lugar de ¿que es poesía? y si su interlocutor hubiera sido España, la respuesta seguramente habría sido: Crisis...eres tú.
Si analizamos tanto nuestra historia más reciente, como si echamos la vista atrás el estado de crisis económica no es ninguna novedad, es algo más bien habitual; pero, ¿que diferencia hay de esta crisis a las crisis que ha habido anteriores?
Pues aparte de temas macroeconómicos, políticos corruptos, etc, etc... yo creo que la gran diferencia entre las crisis de antes y las de ahora somos nosotros, las personas que la estamos sufriendo, sencillamente no estábamos preparados para ello y nos ha pillado de sorpresa.
Yo, y hablando en primera persona, tengo 44 años, tres hijos, estoy divorciado, he sufrido crisis a lo largo de mi vida, claro que si, pero la gran diferencia es que la crisis actual la tengo que superar yo en primera persona, porque ahora papá soy yo, ya no puedo esperar que vengan mis padres a intentar solucionarme la papeleta. Pero la gran diferencia entre mis padres y yo es que mi evolución ha sido positiva siempre, yo no nací en una posguerra, yo no vi nunca a gente a mi lado pasar por necesidades extremas de hambre o circunstancias similares, y mis padres, y los padres de muchos de mi edad probablemente si, nuestros padres partieron de prácticamente cero y muchos, por desgracia, partieron por debajo e cero.
Creo que el mensaje para nosotros, los cuarentones, tiene que ser ese, nuestros padres y nuestros abuelos las pasaron muy canutas, probablemente mucho peor de lo que, esperemos, lleguemos a pasarlo nosotros. La mentalidad tiene que ser positiva, las posibilidades ahora son mucho mayores de las que había antes y tenemos que agarrarnos a esto.
Lo más importante para todo esto es no perder los valores en los que la mayoría hemos sido educados, muy distintos a los valores que predominan ahora, hay que mantener esos valores, el respeto, la educación, el compromiso, la generosidad sin esperar nada a cambio, el cuidado de nuestros mayores, el cariño hacía nuestros hijos....
Acabo de leer una noticia en la que decía que había aumentado la violencia que sufren los niños en casa a causa de la desesperación por la crisis. Nuestras vidas están gobernadas de tal forma por el dinero que nos olvidamos de lo más importante, del cariño por los nuestros y especialmente por nuestros hijos, la parte más débil de esta sociedad son los niños, ellos esperan de nosotros que les ayudemos a salir adelante como hicieron nuestros padres y nuestros abuelos con nosotros, no son culpables son víctimas y necesitan de nosotros los adultos.
Acostumbrémonos a esta normalidad en que se ha convertido la crisis, sólo cuando nos acostumbremos a ella conseguiremos superarla, olvidémonos de lo que hemos sido hace 10 años, de lo que hemos tenido y de lo que hemos perdido. Todos y cada uno de nosotros somos los principales responsables de nuestras vidas y ningún político va a hacer más por nosotros de lo que podamos hacer nosotros mismos, es más no van a hacer nada, yo cada vez lo tengo más claro, su egoísmo y autocomplacencia no nos va a solucionar nada.
Si cada uno de nosotros solucionamos y nos enfrentamos a los problemas que esta crisis está provocando en nuestras propias vidas al final será bueno para todos.
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Apreciado superviviente. Tengo 65 años y no coincido con las tesis que expones en esta entrada.
ResponderEliminarMi opinión sobre la actual crisis económica puedes leerla en esta entrada de mi blog: http://lecheybananas.blogspot.com.es/2013/04/ni-contigo-ni-sin-ti.html