Adelgazar el Estado no sólo es cuestión de Esperanza
Los que hemos sido engañados por Mariano Rajoy, dándole nuestro voto a cambio de promesas que no está cumpliendo en ningún momento, hemos leído hace pocos días en el blog de Esperanza Aguirre lo que desde el primer momento no solo le pedimos, también se lo exigimos, que cumpla su programa.
Lo que reclama Esperanza Aguirre a Mariano Rajoy es tan simple como razonable, pero además hace una mención especial tanto a la bajada de impuestos como a adelgazar la estructura del estado.
Las reacciones de sus compañeros de partido han sido en general vergonzosas, excusan a Esperanza diciendo que ha sido un simple comentario, pero aclaran que en general está totalmente de acuerdo con la política seguida por el Presidente del Gobierno.
Las reacciones de los partidos de izquierda era de esperar, criticas airadas y despiadadas, no tengo muy claro si esas reacciones son por el odio que les genera esta mujer o por simple miedo, me da la sensación que es una mezcla de las dos cosas.
Si la solución para nuestro país fuera simplemente la subida de impuestos ya estaríamos por el buen camino, pero está claro que no es así, a pesar de las continuas, injustas e injustificadas subidas de impuestos la caída lejos de frenarse parece ser que se está acelerando poco a poco.
A mi, con todas mis limitaciones, me parece mucho más simple, hay veces que las soluciones a los problemas las tienes delante de tus ojos y buscas o la solución más difícil o la que más te convenga a pesar de no ser la acertada.
A Mariano Rajoy yo no le considero tonto, pienso que no quiere tomar la solución más fácil, porque no le conviene. Parece ser que le conviene más achuchar a 45 millones de españoles, que achuchar a los componentes de la casta política, sea del partido que sea.
Mariano, tu verás, pero lo que estoy seguro que no nos conviene a los españoles es tener un Presidente que sea parte del problema en lugar de ser la solución.
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