Basta de discriminación autonómica

No voy a pararme a analizar la historia reciente de España demasiado, no voy a darle muchas vueltas, voy a procurar ir al grano lo máximo posible.

Llevamos muchos años los españoles, aguantando los desplantes de los políticos nacionalistas catalanes y de algunos de sus más fieles y ciegos seguidores. 

No voy a detallar todas las ayudas recibidas tanto por Cataluña como por Vascongadas durante la época en la que gobernó Franco, esa persona a la que tanto odian y a la que tanto deberían agradecer, yo no soy franquista, pero los hechos son los hechos.

No es cuestión de darle muchas vueltas a cómo se quedaron de despobladas muchas regiones españolas a causa de las ayudas recibidas exclusivamente por ellos: industria de todo tipo e infraestructuras.

No voy a analizar cómo estaba Barcelona antes de 1992 y cómo está ahora, después de 1992, año en el que se celebraron esas Olimpiadas tan exitosas y recordadas por todos. No voy a recordar la gran ayuda que recibió Barcelona por parte de todos lo españoles para que esas Olimpiadas fueran lo que fueron: un éxito.

No voy a recordar cómo, cuando yo aterricé en el año 1992, en el aeropuerto del Prat para ver la Final de fútbol de las Olimpiadas, lo primero que vi fue una pancarta inmensa colgada de un edificio en la que se leía "Catalonia is not Spain"

No vamos a darle muchas vueltas a cómo ese ser, ese personaje repulsivo que tuvieron de vicepresidente de la Generalidad, llamado Carod Rovira, se reunía en secreto con ETA para pedirles que mataran en todas partes menos en Cataluña.

No le vamos a dar muchas vueltas a las continuas salidas de tono de quien era el alma de la patria y ahora se ha convertido sólo en un "Padrino": Jordi Pujol.

No vamos a analizar mucho a un personaje como Mas, quien para ganar unas elecciones, que perdió, se fue a un notario para que diera fe que él nunca iba a gobernar con el Partido Popular, valiente imbécil.

No vamos a analizar los 7 u 8 canales autonómicos públicos, no vamos a analizar sus embajadas en el extranjero, no vamos a analizar todo el dinero que han robado los hijos de el "Padrino", no vamos a tener en cuenta la obligatoriedad para las productoras americanas de doblar las películas al catalán, doblaje pagado por todos nosotros.

No vamos a analizar que llevamos un tiempo en que los españoles somos como intrusos allí, no vamos a analizar que sus mediocres políticos creen que no tienen un duro por pertenecer a España desde hace siglos, un país que les ha dado más de lo que les ha pedido.

Pero sí vamos a pararnos en un punto: Las Comunidades Autónomas, incluida Cataluña, se reunieron con el ministro Montoro para consensuar un déficit personalizado para cada una de ellas.

Cataluña no sólo no lo va a cumplir, porque no puede, si no porque tampoco tiene intención de hacerlo, el Presidente Mas y su incompetente gobierno no sólo no cumple, si no que amenaza. El ministro Montoro, sencillamente nefasto, se baja los pantalones con el consentimiento de Rajoy y permite que Cataluña tenga más déficit que el inicialmente acordado.

Yo no tengo nada en contra de los catalanes, gentuza hay en todos los lados, aquí en Cataluña y en la China, pero el Presidente Mas en lugar de parecer un presidente de una Comunidad Autónoma, parece el presidente de algún cartel Colombiano, porque con esas formas que tiene es lo que mejor le va.

Me da igual cómo, dónde o por qué, pero ya uno empieza a estar harto de que al final los imbéciles siempre seamos los mismos.

En mi pueblo se dice: encima de puta pones la cama.

Con perdón.