¿Sabe usted quien soy yo?
Quizás esa sea una de las frases más repetidas en España a lo largo de la historia. La han pronunciado reyes, ministros, periodistas, políticos...es fácil de usar para cualquier persona aunque no sea nadie.
Es curioso y aberrante que coincida esa frase pronunciada por una etarra, Laura Mintegui, en la misma semana en la que habría sido el cumpleaños de Miguel Ángel Blanco, fecha en la que muchos hemos aprovechado para acordarnos de él.
Cuánto han cambiado las cosas en España desde el asesinato de Miguel Ángel Blanco, los que vivimos aquella unión de todos contra el terrorismo, los que vimos cómo los proetarras se escondían como cucarachas ante la avalancha de unidad que veían a su alrededor y en su contra, los que vimos todo eso casi no nos podemos ni creer la situación actual.
Los etarras tienen un partido político legalizado por nuestro maravilloso Tribunal Constitucional, partido que además de gobernar en varias instituciones vascas, obtiene de todos los españoles una extraordinaria e inmerecida subvención económica y ahora nos miran a todos desde su poltrona y por encima del hombro.
Pero lo peor no es eso, lo peor es que gracias a sus cargos públicos acceden a mucha información confidencial de las fuerzas de seguridad del Estado, tenemos a nuestro peor enemigo metido en casa y encima con carta blanca para acceder a la información que necesite.
De aquellos barros vienen estos lodos, aguantar que una etarra mire a los ojos a un policía y tenga la desvergüenza de decirle:"¿Sabe usted quién soy yo? Ahora mismo cojo el móvil y llamo a la consejera de seguridad con quien tengo linea directa."
No sé qué razón es la que les lleva a nuestros políticos a obligarnos a aguantar estas cosas, hemos llegado a escuchar barbaridades de nuestro antiguo presidente del gobierno tales como que Otegi es un hombre de paz.
¿Que les deberán que nosotros no conozcamos? ¿Acaso es, o aguantas esto o te sigo matando?
Vivimos tiempos en España en los que con la cobardía no vamos a llegar a ningún sitio, pero ni en el plano económico ni en éste. Es más, parece que las legislaturas sólo son un periodo que hay que pasar entre una campaña electoral y la siguiente.
Los ciudadanos cada vez tenemos más medios para no olvidarnos de las cosas, cada vez es más fácil acceder a las hemerotecas, pero eso, nuestros políticos, parece que o lo ignoran o simplemente les da igual.
Yo creo que los problemas deben ser atacados cara a cara y sin cobardías, la cobardía no es una buena compañera de viaje nunca, pero en tiempos difíciles menos y nosotros a los responsables de haber matado y secuestrado a nuestros compatriotas no les debemos nada.
Más bien es al contrario, ellos deben las vidas rotas de los que han matado y de sus familiares, eso como mínimo.
Mintegui, yo sí sé quien eres, tú eres una etarra repugnante que se nos ha colado de rondón.
Algo malo tiene que estar pasando cuando la policía tiene que ir con pasamontañas, y los cachorros del tiro en la nuca osan chulear a todo bicho viviente con esas fórmulas típicas de la mafia.
ResponderEliminarPero como en España cumplir la ley es algo retrógrado...
No puedo estar más de acuerdo ¡enhorabuena! Definición perfecta.
Eliminar¡¡Muchas gracias!!
EliminarEstoy contigo de principio a fin. Saludos
ResponderEliminarTambién yo estoy con vosotros, pero todo esto nos pasa porque cada cual va a lo suyo y mientras no me toque a mí o a los míos, no muevo un dedo. Terrorismo, violencia, crimen organizado, bancos, políticos, multinacionales, todo es lo mismo. Y mientras, el pueblo solo se une para ver el fútbol y hacer botellón. Increíble. Y tener que poner aquí anónimo para que no te denuncie el político corrupto de turno. Indignante.
ResponderEliminarUff, como sea así yo lo llevo claro... ;-)))
Eliminaryo también lo llevo claro. Pero en la trena comería caliente todos los días.
ResponderEliminarMe parece a mi que tú eres uno de los míos...
Eliminarhttp://jsobrevive.blogspot.com.es/2014/06/el-anonimato-solo-en-caso-de-asesinato.html
http://jsobrevive.blogspot.com.es/2014/06/no-teneis-de-que-avergonzaros.html