La Juez Alaya, los sindicatos y las tetas de Femen
Trabajar mucho es duro y difícil. Trabajar mucho en contra del poder establecido tiene que ser duro, difícil e ingrato. Trabajar mucho en contra del poder establecido y además sufrir el acoso de su masa borreguil tiene que ser duro, difícil, ingrato y peligroso. Así es como se está desarrollando el trabajo de la juez Alaya en su investigación contra los ERE falsos de Andalucía. No es que nos imaginemos la presión que está sufriendo, es que la vemos todos.
Cuando hace unos días vimos como Almudena Grandes, esa gran feminista, digo gran por lo grande de su físico, atacaba en su columna del grupo Prisa a la juez Alaya todos nos sorprendimos. EL feminismo de la señora Grandes acaba donde empieza la ideología política de una mujer, no defiende a la mujer, defiende a la mujer de una ideología determinada, la de la izquierda.
Pero no se vayan todavía, aún hay más. De la sorpresa pasamos a la indignación. Unos sindicalistas, jovencitos, de cuerpo escultural y sobre todo con una iniciativa propia envidiable, dedicaron un día de su ajetreada vida sindical a acosar a la juez Alaya por investigar los ERE de los que ellos se han aprovechado tan bien. Entre las muchas lindezas que le llamaban a la juez: facha, pepera...etc...acabaron llamándola fea. ¡Fea! Yo creía que los sindicalistas cuando iban a alguna manifa se llevaban los eslóganes bien preparaditos, las pancartas bien pagadas por todos nosotros y el guión bien aprendido. Es para troncharse la llaman fea, veo que como no tienen demasiado que decir de ella es eso lo único que se les ocurre. La llaman fea esos que dedican nuestro dinero a tener unas barrigas más grandes que el diámetro del planeta tierra, los que se dedican a la nada más absoluta los 365 días del año y viven mil veces mejor que cualquier currito que trabaje más de 10 horas al día. Estos indeseables que no han dado palo al agua en su vida, esos llaman fea a una señora que en una única jornada de trabajo trabaja más que diez de ellos en toda su vida. Señores sindicalistas, menos subvenciones y más cojones, menos restaurante de lujo y más trabajar.
A todo esto resulta que ha aparecido un nuevo grupo feminista, Femen se hacen llamar, tienen una curiosa forma de defender los derechos de la mujer, enseñar las tetas. No es que yo me queje por eso, unas buenas tetas siempre valen la pena, pero dudo mucho que una mujer normal se sienta muy identificada con unas personas que dicen defenderlas enseñando las tetas. Una de las quejas del feminismo de siempre ha sido la utilización del cuerpo de la mujer, sea para los fines que sean. Las feministas de Femen deben tener el mismo concepto de feminismo que el de Almudena Grandes, sólo las mujeres de izquierda merecen ser defendidas por ellas. Las de derechas no, esas no tienen derechos, la ideología política está por encima de las personas. Estamos todos a la espera que, las feministas de Femen, nos enseñen sus tetas a la puerta del juzgado de la juez Alaya. Pero no para atacar a la juez si no para defenderla como juez, como mujer y sobre todo como persona.
Aun no e visto ninguna noticia, de que las Femen enseñarán los pechos dentro de una mezquita, defendiendo las libertades de las mujeres musulmanas.
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