Señorías, maricón el último

Estamos todos los ciudadanos españoles, de la antigua clase media, rompiéndonos la cabeza, trabajando como mulas sin mirar la hora para intentar sacar a nuestras familias adelante y para pagarle a nuestra casta política sus sueldos extraordinarios. Estamos con una inseguridad terrible no sólo con nuestras futuras pensiones, no sólo con la edad en que nos jubilaremos, si no con el miedo que da el no saber lo que va a suceder mañana. Estamos todos los ciudadanos hasta las narices de ver por televisión las continuas tomaduras de pelo de nuestra casta política, de ver sus estafas, sus interminables casos de corrupción, estamos hartos de ellos. Pero a ellos eso no les preocupa, es como quien oye llover, les da igual.

Esta casta política en lugar de tener un poco de decoro y disimular, en lugar de hacer como que hacen, aunque todos sepamos que no hacen nada, en lugar de tener un poco de educación con quien les paga su sueldo y sus prebendas, les da igual. No cumplen ni lo justito, el pasado día 31 de Octubre, víspera de puente, no esperaron ni a conocer el resultado de las votaciones. Pusieron su dedazo en el si o en el no y salieron disparados del Congreso de los Diputados antes que el Presidente del Congreso diera por concluida la sesión, dieron una imagen patética.

Mucha prima de riesgo, mucha marca España, pero yo me imagino a los líderes mundiales que vieran esa imagen por televisión, diciendo: "estos ni crisis ni gaitas", si los primeros que deberían poner solución se largan como alma que lleva el diablo. Id mañana a pedir dinero a los alemanes o a quien sea, ¿con que cara se hace eso? Pregunta absurda la que me hago, pues con la que ellos tienen con una cara más dura que el cemento armado. Estos son los típicos a los que les pillaría su pareja en la cama con otro o con otra y contestarían aquello de "no es lo que parece". Y lo más increíble es que al momento se inventarían una historia más increíble todavía y se quedarían tan anchos.

Al paso que va todo esto va a tener que volver a entrar la Guardia Civil en el Congreso, pero no a dar un golpe de Estado, va a tener que entrar un número de la Guardia Civil por cada Diputado del Congreso para vigilar que no se escapen antes de tiempo.

Señor Presidente del Congreso, a partir del Lunes próximo cada vez que concluya una sesión no use frases rimbombantes, vaya al grano, cuando acabe la sesión grite:

"Señorías, maricón el último".