UGT, el sindicato de los falsificadores.

Lo de la UGT es ya por demás, están saltándote todo a la torera, les importa un bledo lo que sea, ellos con tal de apropiarse del dinero de los demás hacen hasta las cosas más inverosímiles. Ese mismo sindicato que en la celebración de un 1 de Mayo, o algo parecido, criticaba al gobierno diciéndole que estaba poniendo las condiciones laborales de los trabajadores españoles a la misma altura que las de los chinos.

Pues bien, esos caraduras ordenaron falsificar unos bolsos de la reconocida marca española Salvador Bachiller a un empresa China. Compraron un original y se lo llevaron a China para que allí fuera falsificado, 700 falsificaciones nada más y nada menos. Ya hace falta tener poca vergüenza, la desfachatez de los sindicalistas está llegando ya a unos límites insospechados.

Muchos recordamos la estafa porque esto es lo que fue, una estafa, de la famosa cooperativa PSV en la que al sindicato no le pasó nada y provocó la pérdida de los ahorros de muchas personas. Desde ese momento hasta ahora, robos y delincuencia continua en un sindicato, que en teoría sirve para defender a los trabajadores, y que en la realidad es una empresa acostumbrada a vivir del dinero regalado y robado, no del dinero ganado, que brilla por su ausencia.

Ante esto, el indecente Cándido Méndez, no tiene nada que decir más que la típica sandez de la investigación, que nunca harán, y que todo es por culpa del gobierno que les persigue para esconder así el caso Bárcenas.

Esto es un suma y sigue, los sindicatos se han pasado de frenada hace ya demasiado tiempo. Convocan y acuden a manifestaciones para protestar contra los recortes del gobierno cuando son ellos parte del problema y no la solución, gracias a sus continuas estafas, facturas falsas, ERE de Andalucía, subvenciones...etc. Apoyan multitud de mareas de protesta, pero en realidad lo que hacen es ocultar su culpa entre las masas. No ponen la cara ni siquiera para eso, no reconocen sus culpas y, por supuesto, no devuelven ni un duro.

Los sindicatos son una pata más de eso que ahora llamamos casta, viven de nosotros y no están dispuestos a renunciar ni a un sólo euro público. Es más con lo mucho que reciben no tiene suficiente y necesitan falsificar facturas y engañar para robar más dinero. Cándido Méndez y Toxo cada vez tenemos más claro que dirigen dos organizaciones totalmente delictivas a los que ningún gobierno es capaz de poner coto.

Pero al final todo es más de lo mismo, el gobierno tampoco pone coto porque todos ellos van en el mismo barco, en el barco de los señores feudales, en el barco de los que tienen que vivir mejor que sus siervos, que somos el resto. A toda esa progrez izquierdista e indignados varios es bueno recordárles que cuando acudan a una concentración convocada por esta gentuza lo que están haciendo en realidad es hacerle el caldo gordo a aquellos que nos roban y, además, les sirven de escudos humanos.

Que sigan haciendo el tonto los de la lucha obrera, pero ya que les gusta tanto, que lo paguen de su dinero, no de el de los demás.

Que os den compañeros y compañeras.