Arturo, déjate de viajes y trabaja.

Arturo lo tiene claro, tiene que vender Cataluña e independentismo por el mundo y está en plena turné como si de un grupo musical se tratara. Bruselas, Israel, la India...al gran Arturo el mundo se le queda pequeño vendiendo catalanidad. Dice el refrán que allí donde fueres haz lo que vieres y Arturo, que es muy bien mandado hace caso a la primera.

Se compara el mismo con Luther King, con el sufrimiento del pueblo Judío, con Gandi, pero eso si el pueblo que tanto le hace sufrir, el español, es el que le paga esos viajecitos en los que el ínclito Arturo no escatima ningún gasto. Lleva una temporada ya viajando y parece que la cosa va para largo, la crisis económica y el impresionante paro de Cataluña pueden esperar, ahora lo más importante es vender catalanismo por el mundo.

El único problema que tiene Arturo es que no le reciben precisamente las máximas autoridades del gobierno de turno, le reciben los segundos e incluso los terceros de a bordo. Pero, ¿eso le preocupa algo a Arturo? Nada, no le preocupa nada, Arturo es puro optimismo y fuerza de voluntad. No se le pone nada por delante.

Atiende a los medios de comunicación que están siguiéndolo en esta gira siempre en catalán. Ya me está tocando a mi las narices, señores responsables de los medios de comunicación, tener que leer a este inepto en lugar de escucharlo, ya está bien de tanto bombo y platillo a este atontado, ya basta de reírle las gracias.

Querido Arturo: este es un mensaje cifrado de uno de los que pone la pasta para que te pegues estos viajecitos. Mira chavalote, se te acabó el crédito, deja de gastarte nuestro dinero en hacer el tonto por el mundo y haz el favor de darte la vuelta y volver a Barcelona, Cataluña (ESPAÑA). Ya que los catalanes han cometido la insensatez de votar a un inepto como tú lo mínimo que deberías hacer es trabajar un poquito por ellos, ¿no crees? A ver si ya, y con un poco de suerte, puedes conseguir que tú región, Cataluña, empiece a vivir de sus ingresos y no de prestado del resto de España, que los que pagamos ya  nos estamos a empezar a cansar de regalarte el dinerito, no se si me comprendes, Arturo.