El Gran Hermano te vigila.

La primera noticia que tuve al respecto fue por un comentario que leí de mi compañero Ángel Campos en facebook, cuyo blog: "Desde el Caballo de las Tendillas", leo habitualmente y me pareció una noticia casi increíble. La noticia dice así: "Mato obliga por ley a los niños a hacer las tareas del hogar". El motivo de todo esto es el anteproyecto de Ley de Protección a la Infancia, el cual me puede parecer muy positivo, pero cuya primera noticia importante me parece que tiene un punto que no sabría muy bien distinguir que me parece más, si aberrante o ridículo.

Iba a decir que no entiendo muy bien de que va todo esto, pero en realidad lo entiendo demasiado bien, tanto que todo esto empieza a dar hasta miedo. La forma de entrometerse, de dominar y de controlar de los gobiernos actuales está llegando a un punto miserable. Todos hemos leído novelas como 1984, de George Orwell, en la que se nos describe un mundo dominado por el pensamiento único y controlado hasta el más mínimo detalle por el gobierno, omnipresente en todas partes. Todos recordamos aquello de "El Gran Hermano te vigila", ¿estamos muy alejados de esa historia de ciencia ficción?

Yo creo que no es que no estemos alejados, más bien creo que estamos en ello completamente. La mayor parte de nuestro dinero está destinado a mantener a ese gobierno. Nos dicen qué debemos hacer, como y cuando. Se meten en nuestras vidas, en nuestras casas, y en nuestros cerebros hasta el punto de no atrevernos a decir públicamente ciertas ideas, muy ocultas en el interior de cada uno, por aquello de dudar si van a ser políticamente correctas o no. Y lo peor de todo no es eso, lo peor de todo es que hay muchos que defienden a ese gobierno entrometido y manipulador, sea del color que sea, a capa y espada.

Yo no creo en la anarquía, pero si creo en un gobierno que no se entrometa más que lo justo, que esté ahí para legislar lo justo, y que deje actuar a las personas en libertad, sobre todo en libertad de pensamiento. Pero, lo más importante, que no se meta en nuestras vidas privadas, en nuestras relaciones familiares y en las de nuestros hijos. Por supuesto que se debe proteger a la infancia, por supuesto que se debe castigar a quien maltrata a un niño, pero de ahí a legislar que es lo que deben o no deben hacer nuestros hijos en casa va un abismo.

Nos están comiendo el terreno, cada vez estamos más rodeados y controlados, cada vez nos queda menos espacio. Nos estamos dando cuenta pero ya estamos casi completamente abducidos. Y encima la ideología del pensamiento único que impera en España, la de la izquierda, busca y desea una intervención del Estado en todo, si cabe aún mayor que la que sufrimos actualmente. Estamos ya en ese punto en que la realidad está empezando a superar a la ficción, a la ciencia ficción. Y nosotros seguimos ahí, esperando en nuestros sofás, tragándonos la telebasura, pensando que vivimos en una sociedad perfecta, que equivocados estamos.