Se ha anunciado a lo largo de estos últimos días por parte del gobierno una nueva reforma fiscal que bajará impuestos a familias, autónomos y empresas a partir de 2015. Buena noticia esa que inicia tanto la carrera electoral de las elecciones municipales y generales como, en teoría, el comienzo del fin de la crisis. Es curioso que para llegar a ese fin, que yo no acabo de creerme porque no lo veo, no haya sido necesario prácticamente ningún tipo de recorte en las administraciones públicas. En las administraciones públicas todo sigue como hasta ahora, e incluso peor, gastando más de la cuenta y con un déficit público que está ya rozando el 100% del PIB. La verdad es que esta buena noticia no me cuadra con ningún dato contrastable a no ser que sea una mera medida electoralista. Es evidente para los que estamos en la calle a diario que las cosas van igual que antes, y en algunos casos incluso peor.
Pero hay algo que me llama la atención de la comparecencia del ministro de Hacienda para informar de estas medidas, su afán persecutorio. El señor Montoro ha anunciado también la publicación de las listas de las personas morosas con Hacienda. Ya puede preparar papel el señor Montoro, porque en un país que lleva sufriendo una crisis desde el año 2007, y siete años más tarde todavía sigue la crisis con gran virulencia, la lista puede ser interminable. Es alucinante la caradura de toda esta gente que se pasa el día protegiendo a compañeros de un partido y otro que roban del erario público. Un país en que todos los políticos salpicados por casos de corrupción no son nunca acusados, son siempre imputados, y eso como máximo. Un país donde existe una ley de protección de datos, que en teoría hasta la más minúscula empresa debe observar con cuidado si quiere evitarse multas millonarias. Un país donde puedes tener a un terrorista, pederasta o violador viviendo al lado de tu casa y, en ese caso, si que se protege su anonimato. Ese país, del que también es responsable el señor Montoro, aboga por la publicación de listas de morosos en las que el 90% de la gente que aparezca en ellas será porque no ha podido pagar y no porque no haya querido. ¿Como se va a recuperar a esa gente Cristobal? ¿Persiguiéndoles y humillándoles?
La crisis ha sido una gran desgracia para todo el mundo y todos la hemos sufrido en mayor o menor medida. Cuando alguna circunstancia pasa de mero accidente a tragedia las medidas para solucionarlas tienen que ser extraordinarias. Con estas medidas que toma el gobierno habrá personas que no sólo no se recuperarán de la crisis en breve, no lo harán nunca porque el gobierno está haciendo todo lo posible por matar administrativamente a esa gente. La persecución hacia ellos será interminable y provocará que nunca salgan de una economía sumergida, en la que les tocará refugiarse para subsistir. No se si yo seré de otro planeta y soy yo el único a quien todo esto le chirría, pero si soy el único debería hacérmelo ver en un buen psiquiatra.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSolo queda por saber para cuando los recortes y la reforma fiscal del estado, porque hasta el momento siempre han ido dirigidas a las clases trabajadoras...
ResponderEliminarPues me temo Sol que esas reformas no llegarán nunca.Ya estamos los panolis para seguir pagando.
EliminarHola Javier.
ResponderEliminarCoincido plenamente con tu diagnóstico y tus premoniciones.
Entre la gente que conozco, algunos de ellos que fueron autónomos con pequeñas empresas y llegaron a tener contratados a 20 trabajadores (muchos con hijos), ahora arrastran su ruina, con deudas que ya han asumido vitalicias.
No se da cuenta el Sr. Montoro que su medida impedirá de por vida, levantar cabeza a estos profesionales cualificados, trabajadores y con experiencia (infinita en comparación con la media de “la casta”), y a quienes la suerte, o más bien ineptitud, golpeó cuando habían arriesgado todo lo que tenían.
Ahora estos empresarios estarán en la otra casta, la de “los intocables”, ya no podrán ir a negociar nada con ningún banco, ni gestionar papeles con la Administración, ni con empresa alguna. Estarán en las nuevas listas públicas de Hacienda.
El desánimo acumulado de años, y medidas como la que mencionas del Sr. Montoro, les confirma en su intención de mantenerse en una condición de “sin papeles” (siendo españoles), y alguno incluso conozco ya ha renunciado a renovar documentación, DNI, padrón, etc. Viviendo en la semi-indigencia sanitaria, acudiendo solamente a urgencias, y dependiendo de la bondad-caridad de sus parejas, o familiares (afortunado mientras los tuviere).
Por supuesto, eso de ir al extranjero a probar mejor suerte, no es más que una lejana utopía, porque en cuanto reúnen un mínimo de ahorro, el Caronte Tributario se lo embarga. Tampoco teléfono pueden tener para apoyarse en la búsqueda de trabajo.
Al igual que en Siglo de Oro y como los soldados viejos de los Tercios, acabarán agradecidos si logran encontrar alguna puerta de iglesia en donde mendigar, y readaptando aquella frase del Mío Cid que resume el sino de España, ¡Dios que buenos vasallos si hubiese buen Señor!
Enhorabuena por tus post.
Un saludo, Miguel Ángel Saura
Muchas gracias Miguel, eres de los pocos que has entendido a la perfección el sentido de este post. Me he encontrado con comentarios absurdos por parte de algunos diciéndome que había que pagar a Hacienda, lo cual es una obviedad,pero que en su vida han arriesgado nada y que, como máximo la crisis ha acabado con sus huesos en el paro, lo cual no tiene nada que ver en absoluto con lo que yo.estaba hablando.
Eliminar