¿Fin de la crisis o elecciones?

Acaba de comenzar el octavo mes de 2014, esto es, quedan cuatro meses para que acabe el año 2014, en teoría el año del inicio de la recuperación económica. Bien, pues excepto en las positivas noticias económicas que nos están enviando desde el gobierno, yo la recuperación económica no la veo por ningún sitio, salgo a la calle y las cosas las veo tan mal como estos últimos años.

Cuando comenzó esta legislatura el presidente del Gobierno nos dijo que no iba a mentir ante la situación económica e iba a llamar a las cosas por su nombre, que iba a ser realista. Efectivamente, así lo hizo y justificó la ruptura de todas sus promesas electorales por la pésima situación en la que se encontró las cuentas, según el mucho peor de lo que pensaba. Ya he escrito varias veces que yo nunca me creí esa afirmación de Mariano Rajoy, siempre he dicho que era imposible que el candidato a la presidencia del gobierno no se imaginara que las cuentas iban a estar peor de lo que Zapatero dijo. Pero, partiendo de la base de creerle, siempre es preferible que te cuenten la verdad, que no que te mientan y que no te vendan humo.

Esas verdades provocaron en su momento un pesimismo que, al parecer, ahora el gobierno quiere cambiar por un optimismo que yo dudo mucho que todavía sea demasiado realista, creo que las cosas están sólo un poco mejor, no lo suficiente. Lleva Montoro varios meses anunciando bajadas de impuestos ante esta, teórica, recuperación. Estando la situación económica tan mal como yo creo que está todavía me surge una duda: ¿cuando nos mienten, ahora que bajan impuestos o antes que los subían? ¿O quizás siempre?

Los políticos españoles, en general, tienen muchos defectos. Uno de los defectos más grandes que tienen es que cuando están en el poder están en campaña electoral durante cuatro años para no perder las siguientes elecciones. Viven en una campaña electoral casi continua, no perder elecciones es lo único que les importa. Se acercan unas elecciones municipales y poco después las elecciones generales, ahí esté el quid de la recuperación. La recuperación económica real todavía está muy lejos, es más todavía no la hemos comenzado. Excepto en las subidas de impuestos a los ciudadanos las medidas tomadas por el gobierno han sido nulas. Las administraciones públicas, su descomunal gasto, ni lo han tocado. Sólo han vaciado el bolsillo del ciudadano. Si algún día salimos de esta crisis sólo estaremos a la espera de la siguiente por que en el fondo no han modificado nada que pudiera evitar volver a caer en otra igual. Mientras tanto que sigan vendiéndonos optimismo, ojalá con el optimismo se llenaran nuestros bolsillos.