Empiezan a sobrar gilipollas

Ahora que casi todo el mundo está en línea y conectado a través de redes sociales por internet se pasan unos exámenes muy especiales. Esos exámenes no son sólo del coeficiente intelectual del individuo, también lo son de su coeficiente moral y educativo. Hay ciertos días en los que se produce alguna noticia con la que sobre todo algún cerebro enfermo queda más que en evidencia, bien, he dicho cerebro enfermo, pero me refería a algún gilipollas directamente, ¿para que andarnos con tapujos?

Hoy es uno de esos días, hoy ha fallecido Emilio Botín y muchos de los cerebros de esos gilipollas han salido de paseo. Emilio Botín no era santo de mi devoción, no era tampoco su profesión ni su situación económica la más apropiada para granjearse demasiadas amistades ni demasiados afectos, pero hasta ahí. Tampoco era una persona que hubiera violado a una niña, ni puesto ningún coche bomba ni acabado con la vida de personas como podría haber sido un terrorista. Un banquero es una persona que tiene un negocio determinado, vender dinero. Cuando se trabaja con ese producto es evidente que nadie puede ser ninguna hermanita de la caridad, aunque después haya creado con él fundaciones, congresos, beca, etc. Es también difícil para mi defender a ningún banquero por mi situación personal, aunque entiendo perfectamente ese trabajo.

Pero de caerme mal a que me alegre de la muerte de un banquero por muy mala persona que haya sido, lo cual yo desconozco por completo, va un gran trecho. Pues bien, como siempre, repito, ya han aparecido los gilipollas sobrevolando las redes sociales. Hay muchos, demasiados, con cerebros licuados o demasiado infectados por una bilis repugnante que les provoca aparte del agilipollamiento una mala educación evidente. Estos gilipollas son los que celebran la muerte de personas como Botín y después se pegan golpes de pecho defendiendo los derechos humanos de los etarras. Estos gilipollas son los que critican el capitalismo y se pasan el día fomentando los ingresos de multinacionales impresionantes como puedan ser Twitter o Facebook. Estos papanatas critican el judaísmo y se les hace el culo gaseosa por obtener un Me gusta en Facebook o Twitter, en cuyos consejos de administración, estoy seguro, está sentado más de un judío. Estos payasos, ahora que ha salido el IPhone6, harán colas en las tiendas Apple para obtener el codiciado telefonito de la, recuerdo, mayor empresa del mundo en capitalización bursatil.

Métete con Botín ahora que ya está muerto, habla de su dinero y pide que se lo den al pueblo, imbécil, pero lo que denotas es una envidia casposa y un afán desmesurado por haber tenido sólo una pequeña parte de la fortuna que él tenía. Eres un mamarracho de cerebro limitado cuyas únicas oportunidades de lucimiento residen en el momento que publicas esas bobadas, atontado, sólo para que imbéciles y gilipollas como tú te aplaudan.