Willy Toledo y el medidor de comunismo

Menudo lío que hay montado últimamente en la izquierda española, andan todos a guantazos, que es lo que más les gusta. Debe haber un medidor ahora, quizás inventado por algún soviético en la era de Stalin, para indicar quien es el más comunista del mundo mundial. Ha sido aparecer Podemos, que ahora mismo debe ser algo así como lo más "in" del comunismo, y volverse todos locos. Bueno, todos no, en Izquierda Unida que andan como águilas buscando tocar poder hacen a todo. Esos son como el tío que no se come un rosco en una discoteca y le entra a todo el mundo con tal de hacer algo esa noche.

Pero el que se lleva la palma es el señor Toledo, don Willy, famoso por irse a vivir a Cuba, famoso por apoyar a ETA y famoso por ser un tonto a las tres. Ese se pasa el día repartiendo a siniestro y a siniestro, porque que nos reparta a los del diestro es de lo más normal, pero como él se ha auto-convertido como en una especie de comisario político del comunismo anda repartiendo a todo el que no sea, como mínimo, como el Che Guevara. Esto es, un asqueroso asesino terrorista de lo peor que ha existido a lo largo de la historia de la humanidad. Pero eso es lo que le mola a Guillermo a pesar de que después vaya diciendo por ahí chorradas tipo: "como decía Martí mi patria es la humanidad". Si, la humanidad pro-soviética, al resto de la humanidad la detestas, no hay más que oírte hablar.

Pues bien, ahora las garras del Comandante Willy se han lanzado sobre Joaquín Sabina, si jeje, el de la ceja. Ha cometido varios pecados el señor Sabina para este comunista asqueroso. El primero es haber estudiado en un colegio de curas, el segundo es el haber pertenecido a varios partidos políticos (no lo suficientemente comunistas claro) y el tercero, y quizás más grave, es su amistad con la Princesa Letizia y la familia Real. Éstas son, muy resumidas, varias de las lindezas que ha soltado esta víbora por su boca.

Sabina no me cae bien, Toledo me cae peor, ya me cae un poquito mejor Sabina, pero sin pasarse. Lo que me parece más divertido de todo esto es como se despellejan entre ellos. Asisto encantado como espectador con un buen bolsón de palomitas mientras me parto de risa. Esto es la izquierda señores, esto es el comunismo, o eres lo que yo quiero que seas o nos vemos las caras. Este es el temor, casi terror, que les entra a todos cuando una parte de ellos tienen éxito. Es tal su afán por gobernar, por mandar y por pillar cacho, que no pueden soportar que lo haga el otro. En eso es en lo único que se parecen todos, en su afán de mandar y en sus ganas de ejercer un comisariado político. Que felices serían haciéndose cargo de una checa, angelitos...

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