Los exhibicionistas

El otro día me acerqué con mi hijo mayor, 15 años, a un supermercado Mercadona a realizar unas compras que necesitaba de última hora. Es un supermercado con una gran afluencia de público que está situado en una zona de mi ciudad con mucha población. Era viernes y en la puerta había un grupo de chicos de, aproximadamente, la misma edad de mi hijo y sentados alrededor de la entrada del supermercado. Cuando me dirigía hacia la puerta observé algo que a pesar de mi edad me provoca una cierta vergüenza ajena y, sobre todo, mucha incomodidad. Había dos chicas, dos crías, una sentada encima de la otra, mirándose de frente, con las piernas abiertas, dándose un morreo como que no hubiera un mañana y tocándose todo lo que podían jaleadas por sus amigos. A nuestro paso, no se si por la edad de mi hijo o por mi evidente cara de incomodidad, a pesar de mis gafas de sol, todos los chicos que jaleaban nos miraban a nosotros y reían. Nosotros hicimos como que no habíamos visto nada y miramos hacia otro lado, no sin antes soltar mi hijo un: "joder papá".

Existe una mentalidad ridícula y enfermiza en nuestra sociedad actual al exhibicionismo. Hay muchos tipos de exhibicionismo, uno es el que yo mismo practico aquí, escribiendo o exponiendo asuntos en las redes sociales. Yo no intento incomodar a nadie, mucho menos escandalizar, aunque se perfectamente que hay gente que incluso con eso lo que busca es la provocación y el escándalo. Pero hay otro exhibicionismo, como el de estos chicos que he citado antes, cuyo único fin es provocar y escandalizar; y encima después lo practica gente que presume de una independencia y libertad que sorprenden viendo sus actos posteriores. 

Un ejemplo claro de ese exhibicionismo es el que yo he descrito antes o el que hemos vivido estos últimos días con la marcha del orgullo gay. A mi hay mucha gente que me da una información que yo ni pido, ni necesito, ni me importa, yo no quiero saber con quién se acuesta nadie, no me interesa; pero a pesar de ello muchos se empeñan en contármela.

En unas recientes declaraciones la presentadora de Tele 5 Sandra Barneda dijo que "su condición sexual había provocado que hubiera perdido algún trabajo". Mira que es difícil encontrar trabajo y mira que cada vez piden más cosas en un curriculum, pero a mi nunca me han preguntado con quién me acostaba en una entrevista de trabajo, ni a mi se me ha ocurrido incluirlo en mi curriculum. Las afirmaciones de Barneda dejan para mi dos cosas claras: o es una mentirosa o es una exhibicionista por ir dando por ahí información que nadie pide. Vaya, se me acaba de ocurrir una tercera: puede que haya practicado sexo donde no debe, ya se sabe aquello de donde tengas la olla...

Después toda esta gente se escandalizará y correrá a gorrazos al típico fulano que aparezca desnudo y con gabardina, al exhibicionista de toda la vida, y no se dan cuenta que ellos están haciendo lo mismo. O quizás mucho peor porque el tipo de la gabardina está enfermo, ellos en teoría no, aunque lo estarán. Mira que es difícil que yo me escandalice por algo, pero doy fe que esos exhibicionistas lo consiguieron.