Ya le enseño yo a ingresar por el cajero

Suena el teléfono:

"Hola buenos días, le llamamos de Iberdrola para ver si puede contestarnos a una pequeña encuesta..." Cuelgo, era una maquina con una grabación la que me estaba llamando, ¿puede haber algo más triste que estar contestando como un imbécil a una máquina? Hay veces que se ve a gente por la calle con el teléfono en la oreja: "Si, no, Uno, Facturación, Avería..." Y todo esto a voces porque la situación es tan ridícula que parece que para adaptarnos nosotros también tenemos que hacer el ridículo.

La evolución tecnológica en los últimos años ha sido espectacular. Yo muchas veces pongo el mismo ejemplo, mi abuelo murió hace trece años que no había ni la mitad de cosas de lo que hay ahora, si mi abuelo hoy levantara la cabeza y le tuviera que explicar todas las novedades que está viendo tendría que explicarle incluso el concepto de lo que son. ¿Como le explicas a alguien que es internet? Si alguien desconoce todo eso cuantas más explicaciones le des más dudas le generarás porque hay cosas que los que ya lo conocemos damos ya por hechas.

Volviendo a las famosas grabaciones no sólo me parecen ridículas, no me gustan nada porque a pesar de los muchos beneficios de las tecnologías hay un perjuicio primordial: generan paro. Esas llamadas antes las hacía una persona de carne y hueso, por eso yo me niego a contestarlas aunque rompa las estadísticas de la compañía en cuestión, lo cual me importa bastante poco.

Pero la situación es ya surrealista cuando el propio perjudicado te explica cómo funciona la máquina. ¿Cuantos cajeros de banco no han salido a explicarte como se ingresa dinero por el cajero porque ellos estaban muy liados? Ya se lo dije yo un día a uno de ellos: "Tú quítate lío que el día menos pensado ya sabremos ingresar todos por el cajero y ese día me pregunto que harás tú". Estamos alcanzando un punto en que las cosas que antes nos parecían imposibles nos resultarán cada vez más accesibles y las cosas más simples nos resultarán cada vez más complicadas. Por ejemplo: trabajar.