Probablemente quien me lea dirá: joder con este tío, no aguanta a nadie. Pues es cierto, no aguanto a casi nadie, es probable que ya no me aguante incluso ni a mi mismo. ¿Y por qué? Se preguntará mucha gente, pues quizás haya muchos que se lo puedan contestar ellos mismos. ¿Te importa una mierda el prójimo? ¿Eres un vago que no te molestas en mover un dedo y menos para solucionar un problema? ¿Te olvidas de cuando estuviste fastidiado y alguien te ayudo? Pues entonces tú eres uno de ellos, no te soporto.
Hay que tener valores en esta vida para todo, empatía con el prójimo y un mínimo de generosidad y solidaridad. En este puñetero mundo de egoísmo, si de egoísmo, esa batallita de que la gente es solidaria y generosa es una puñetera falacia que no se cree nadie, reina el egoísmo, sin más.
Después me vendrán contando historias de: "mira en las redes sociales como se moviliza todo el mundo cuando pasa algo". Si, si, en las redes sociales, con una mano tocando el ratón y el teclado y con la otra tocándose los huevos o como mínimo abriendo una cerveza más. ¿Y después es posible que haya alguien que se sorprenda en que todo vaya de pena?
Hay gente tan retrasada mental que llega incluso a reírse públicamente de los niños con cáncer y eso no es lo peor, lo peor es que hay desgraciados que les leen las gracias. Y todo por unos puñeteros segundos de gloria, hay que ser asqueroso.
Tú vago, tú desmemoriado, tú no sólo juegas con la paciencia de a quien perjudicas, juegas con su dinero, el dinero de su familia, tú juegas con el trabajo de los demás para fastidiarlo. No es que no te aguante, es que te detesto.
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