Incendios electorales

Ya es más que evidente, desde el 11 de Marzo de 2004, España es como ese pobre chaval a los que sus compañeros de colegio no hacen más que darle collejas para reírse de él, pero que nunca se defiende. Siempre hemos sido educados en un rechazo frontal a la violencia, pero hay veces que hay que pegar un puñetazo para parar los pies al típico macarra que, además, cuanto menos te defiendes más se crece y te ataca con más saña, así es también España.

España se siente culpable por todo, hasta por lo que no ha hecho y se auto-castiga generando cada vez más y más complejos, la mayoría inexistentes. Hace casi once años fueron doscientas personas muertas, hoy son más de 200 incendios en el norte de España y siempre con una coincidencia: Elecciones Generales. El macarra ya se nos ha subido a las barbas, ya no hay forma de pararle, no le hemos dado la hostia a tiempo y está más que crecido. Nos ha matado a los nuestros y las culpas nos las hemos echado entre nosotros, ni siquiera lo hemos investigado, lo hemos cerrado en falso y el macarra cree que puede hacer de nosotros lo que quiera.

Ahora nos quema lo nuestro y nosotros en lugar de defendernos e intentar buscar al sinvergüenza que pretende doblegarnos con el miedo, nos echamos las culpas entre nosotros y casi siempre culpando al mismo. Ya no decidimos nosotros, deciden por nosotros y no nos enteramos, ya decide nuestro miedo porque alguien se ocupa de intentar aterrarnos y que cambiemos nuestra decisión. Pues conmigo no, yo no cambio, yo decido por mi, yo no altero ni un ápice la decisión que ya tenía tomada. Yo te reto macarra, aquí te espero.