¿Pena de muerte para un pederasta?

Cuando alguien comete un delito y ese delito está tipificado en el Código Penal con prisión la finalidad es castigar al delincuente, intentar reparar el daño cometido e intentar devolver a ese delincuente a la sociedad posteriormente, digamos que, curado. Yo soy de los convencidos que casi todo el mundo merece una segunda oportunidad en esta vida, tanto si estudia, como si trabaja o incluso en el ámbito familiar o en el afectivo. Pero hay algo que para mi no tiene ningún perdón: hacer daño a un niño o hacer daño al débil.

En estas últimas semanas se han  producido dos hechos que para mi son dolorosísimos incluso por el mero hecho de seguir la noticia: el primero el suicidio del niño Diego de 11 años por acoso escolar y el abuso e intento de asesinato en Vitoria de la niña Alicia de 17 meses. Aunque sean dos casos que parece que no tienen nada que ver el uno con el otro, tienen mucho que ver por el abuso hacia una persona más débil que las otras o por número o por edad.

Siempre he mantenido que tal y como es un niño, tal y como se comporta así será de adulto. El niño que es un hijo de puta desde pequeño lo será hasta que se muera, a mi ese tipo de personajes no me inspiran ternura ni aunque vayan con bastón y peinen canas. Pero habiendo tantas similitudes entre esos dos casos tienen una gran diferencia, los niños acosadores son unos grandísimos hijos de puta, pero puede que tengan solución, son menores y todavía están a tiempo. Pero, ¿que se puede esperar del cabrón de 30 años que abusa reiteradamente de una niña de 17 meses y cuando es descubierto por la madre lanza a la pequeña por el balcón? Yo no espero nada, sinceramente, el meter a un tipo así y sacarle a los 20 años, como mucho, supone poner a un sinvergüenza otra vez en circulación con 50 años. Encima en los periódicos se le identifica con iniciales, no pagues a Hacienda y se entera, no toda España, todo el mundo.

Entonces vendrá la gente buenista y me dirá: "ya, pero no tenemos derecho a quitarle la vida a nadie". "Si, pero estaríamos actuando de la misma forma". "Ya, pero le damos una oportunidad". Yo no necesito que esto le haya pasado a un hijo mío para desearle al cerdo este el peor de los sufrimientos, pero a los buenistas les haría varias preguntas: ¿Estarías tranquilo sabiendo que tus hijos están viviendo a su lado? ¿Qué pretendes de un tipo de persona a los que ni los médicos consideran se pueda recuperar? Si fuera tu hija de 17 meses la que estuviera en la UVI debatiéndose entre la vida y la muerte después de haber sufrido abusos por parte de este sinvergüenza, ¿todavía querrías dar una oportunidad al tipo? ¿A que no? Pues entonces a dejarse de pamplinadas y de ser políticamente correctos y acabar con esta gentuza. Hay que defender a los niños y protegerlos, ellos no lo pueden hacer solos y si los adultos encima somos medio tontos, pues peor todavía.


Gracias al "Grupo Rebuznómetro" por incluir este blog entre los diez finalistas a su premio "Libertad de Expresión en la Red".