Se ha votado al PP, no a Rajoy

Quizás al señor Rajoy le pase un poco lo mismo que al señor Sánchez, o no se entera o no se quiere enterar. Considero a Rajoy una persona infinitamente más inteligente que Sánchez, no hay comparación, pero en la lectura de los resultados electorales hace una lectura simplista y siempre favorable a sus intereses. 

Efectivamente el Partido Popular ha ganado las elecciones, hasta ahí de acuerdo. Pero hay algo importante, ha ganado las elecciones sin mayoría absoluta y perdiendo unos cincuenta diputados con respecto a las anteriores generales. Es una victoria pero con un claro sabor a derrota, no puede formar gobierno y desde los electores de derechas no se cuestiona tanto al Partido Popular como su liderazgo.

Las negociaciones están completamente bloqueadas por una absoluta falta de educación de Pedro Sánchez, para empezar, de la que hemos hablado en numerosas ocasiones en este blog. Pero además de buscar culpables en los traidores y vende patrias y principios, y Sánchez lo es, también tenemos que mirarnos el ombligo de vez en cuando. Las conclusiones para mi son evidentes, a Rajoy se le ha votado por eliminación. Votándole a él se intenta evitar que otros grupos políticos, la izquierda y extrema izquierda, consigan más poder. Rajoy ha sido el accidente del PP, si se votaba al PP había que votar a Rajoy aunque no quisieras. La evidencia es que el PP en el Senado ha conseguido mayoría absoluta, ahí no figuraba el nombre de Rajoy.

Somos muchos en la derecha española que nos hemos llevado un gran chasco con el PP y sobre todo con Rajoy. El PP actual es un partido más parecido al socialismo que a lo que muchos votantes de derechas esperamos de un partido de derechas: menos estado, menos impuestos, más libertad económica, más libertad individual y menos permisividad con asuntos como el aborto y el terrorismo. El PP actual es un partido socialdemócrata por obra y gracia de Rajoy, no me gusta nada.

Hay dos formas de intentar desbloquear la gobernabilidad de España. Una forma es que Pedro Sánchez entre en razón, lo cual es imposible. Razón es algo completamente incompatible con Sánchez, de donde no hay no se puede sacar. La otra forma es que Rajoy nos sorprenda a todos, incluidos a sus votantes, y de un paso atrás. Es absolutamente necesario esto último y demostraría que a Rajoy le queda una pequeñísima parte de lo que no ha demostrado siendo Presidente del Gobierno: una pizca de amor por su patría y un poco menos de egoísmo.