Leído en http://www.elnortedecastilla.es/ el 6 de Febrero de 2016
La desolación se apoderó de muchos vecinos de Arroyo de la Encomienda en la mañana de ayer, testigos de un golpe de la vida de los que resulta difícil olvidar por más vueltas que se dé a los designios que nos depara el día a día.
Un padre de familia sufrió un infarto a primera hora de la mañana en Sotoverde nada más dejar a su hija pequeña en el colegio Kantica y mientras se dirigía a dejar a su hijo, de apenas un año de edad, a la guardería de La Flecha. El ataque fue fulminante, y pese a las laboras de reanimación, no se pudo hacer nada por su vida.
Eran las ocho y media de la mañana, y A. G. S., varón de 44 años de edad, dejó a su niña en el colegio Kantica de Sotoverde en el servicio de madrugadores, como cada mañana. Tras despedirse de la pequeña se dispuso a llevar a su niño, de un año de edad, a la guardería de La Flecha para posteriormente comenzar su actividad diaria.
Nada más recorrer los primeros metros en su vehículo sufrió un ataque cardiaco fruto del cual perdió el conocimiento y el control del coche, atravesando la rotonda próxima al colegio de su hija, ubicada entre las calles Arnaldo de Vilanova y Miguel Delibes, en la rotonda por la que se accede al centro comercial Río Shopping. El vehículo terminó impactando contra uno de los contenedores soterrados de Sotoverde, donde se detuvo.
Tras dar aviso varios testigos presenciales del accidente a la Policía Local de Arroyo, uno de sus agentes se personó casi de inmediato, puesto que se encontraba muy cerca del lugar del siniestro. Ayer había sido programado un simulacro de accidente en Río Shopping y, entre otros efectivos, participaban varios agentes de la Policía Local de Arroyo en ese preciso instante en las labores de prevención y evacuación del centro comercial.
El agente que llegó al vehículo en primera instancia no logró abrir la puerta del vehículo, pues el sistema automático de cierre de la puerta una vez que el coche inicia la marcha, lo impedía. Tras romper la ventanilla del lado del conductor, que resultó bastante costosa dados los materiales de la misma, logró abrir la puerta y extraer al hombre inconsciente. Inició allí mismo, junto con otro policía local de Arroyo que llegó en ese mismo instante, la reanimación del infartado.
Minutos más tarde llegó una ambulancia de soporte vital básico que se hizo cargo de las labores de reanimación durante algo más de una hora. Dado que el hombre «presentaba un pequeño hilo de vida, decidieron trasladarlo al complejo hospitalario Río Hortega», según relata un agente de policía, donde falleció más tarde, sin que nada más se pudiera hacer por su vida.
Tras extraer el cuerpo del varón del vehículo, los agentes comprobaron cómo en el vehículo viajaba en el asiento trasero un niño de apenas un año de edad, perfectamente anclado en su silla de seguridad por medio de los sistemas de sujeción y retención, «motivo por el que no sufrió daño alguno», resalta la Policía Local de Arroyo, como llamada de atención a la importancia de llevar siempre en los vehículos anclados con seguridad a los menores. Un responsable de la Policía Local de Arroyo llevó al niño a una guardería cercana, en la que fue perfectamente atendido el resto de la mañana hasta que unos familiares se hicieron cargo de él casi a mediodía.
La familia del hombre fallecido en la mañana de ayer reside en la misma urbanización Sotoverde, en una vivienda próxima al colegio de su hija. La esposa del fallecido fue localizada en su puesto de trabajo en Palencia, donde se encontraba también desde primera hora de la mañana. Se trasladó directamente hasta el hospital Río Hortega, donde recibió la fatal noticia del fallecimiento de su esposo cuando llegó, con absoluta desolación.
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