Elijo corrupción como animal de compañía

Vaya por delante mi simpatía hacia Albert Rivera y hacia el partido que dirige, Ciudadanos. Vaya también por delante mi admiración a su continua lucha en favor de la unidad de España en un territorio tan hostil como es hoy Cataluña y en especial su parlamento. Vaya también por delante la concordancia que tengo con su política económica liberal, aunque para mi demasiado acomplejada todavía, en un país en el que todos los partidos practican políticas socialistas. Pero vaya también por delante mi decepción con su decisión de asociarse con el PSOE de Sánchez en estas últimas fechas.

Ya lo he dicho muchas veces, pero no me importa repetirme, para mi el PSOE es uno de los peores partidos políticos que tenemos en el panorama nacional. Un partido sin principios que se arrima al sol que más calienta siempre y que muestra un discurso, u otro completamente distinto, en función al lugar en el que se encuentre. Un partido que cada vez que ha tenido oportunidad de gobernar España se la ha cargado. Un partido que allí donde gobierna eternamente, Andalucía, lo convierte todos los meses en campeón mundial de paro y de corrupción. 

Decide Albert Rivera pedir el apoyo de Rajoy, no sin antes atizar al propio Rajoy de lo lindo. Esto es, usted es un impresentable y un corrupto, no iría con usted ni a recoger billetes de 500€, pero apoye mi coalición con Pedro Sánchez que, además de ponerle verde, no ha ganado las elecciones. Y todo esto lo defiende Rivera, sobre todo, en función a la alta corrupción que se ha producido en los últimos tiempos en el PP. Ante todo eso a uno se le queda cara de tonto, ¿y la corrupción del PSOE a nivel nacional en general y en Andalucía en particular? ¿Por qué a ellos no les mide el señor Rivera con la misma vara de medir que al PP?

Para mi la respuesta es sencilla, es cuestión de imagen. Aliarse con el PP, decir que eres votante del PP o simpatizar con el PP a día de hoy tiene mala prensa. El PSOE vende mucho mejor todos sus desmanes cara a la opinión pública y está claro que cara a Rivera también. Es evidente que la política es cuestión de supervivencia y de postureo, de con quién se queda mejor en cada momento y eso es lo que Rivera está planteándose ahora. Debería analizar Rivera de donde vienen la mayoría de sus votos que, para mi, está claro; de ex-votantes del PP. Ahora que analice Ciudadanos qué es lo que más les conviene. Es probable que ahora el PSOE sea el sol que más caliente, pero está claro que su corrupción quema de la misma forma o más que la del PP. Aunque sólo sea en millones de euros robados.