ZPedro Sánchez y la falta de dignidad

Cuando una empresa privada busca empleados le pide a los aspirantes, en primer lugar, su Curriculum Vitae. Es una forma de demostrar a los futuros contratadores las capacidades laborales que ha acumulado a lo largo de su vida. Pero la empresa también pide saber sus aficiones, sus gustos, su modo de vida e incluso sus referencias laborales y vitales. Se da por hecho que el aspirante al puesto laboral posee otra serie de virtudes ya inherentes a una persona normal como la honorabilidad, la honradez, la capacidad e incluso la dignidad. La dignidad es uno de esos valores que últimamente cada vez brillan más por su ausencia. En esta sociedad en la que no importan los medios y si los fines valores como la dignidad se van perdiendo fácilmente por el camino, si alguna vez se han poseído, que esa es otra.

El candidato socialista Sánchez aspira desde que fue nombrado Secretario General del PSOE a ser Presidente del Gobierno sea como sea. Da igual los medios, da igual con quien, da igual a quien tenga que pisar o a quien tenga que engañar y da igual a lo que tenga que renunciar, aunque sea a su propia dignidad. Para obtener ese fin está demostrando ser capaz de lo más bajo que pueda demostrar un ser humano. Se le pueden pedir muchas cosas a un aspirante a Presidente de Gobierno, pero sobre todo se le tiene que pedir un mínimo de dignidad. Acudir al encuentro de un mandatario europeo como Tsipras y solicitarle la intermediación para ser recibido por Pablo Iglesias es de los actos más indignos que se ha visto a un político español y europeo en los últimos tiempos. Y hacerlo además con la compañía de una cámara de televisión para que todo fuera grabado es denigrante, en primer lugar para el protagonista.

Llegar a esos extremos demuestran de una forma evidente, a mi modo de ver, que Sánchez no está capacitado ni para ser presidente de su comunidad de vecinos. Demuestra una bajeza humana difícil de alcanzar incluso para el más miserable de los seres humanos. Demuestra, además, una falta de vergüenza por la que está incapacitado para ocupar ningún cargo público. Si yo tuviera que colocar a Pedro Sánchez en algún puesto de mi empresa este sería en la calle.