Tal vez sea un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta

El dictador nicaragüense Anastasio Somoza García gobernó Nicaragua bajo un gobierno dictatorial en dos ocasiones: de 1937 a 1947 y de 1950 a 1956. Durante esos años su gobierno fue protegido por el gobierno de Estados Unidos para evitar que Nicaragua fuera a caer en manos de gobiernos no afines al estadounidense. Durante su dictadura, y gracias al apoyo del gobierno estadounidense, Somoza consiguió amasar una gran fortuna. Llegó a poseer el 50% de las tierras cultivables de Nicaragua y su fortuna se cifraba en unos 300 millones de dólares de la época. Como curiosidad para demostrar sus caras excentricidades Somoza nunca se compraba trajes que costaran menos de mil dólares. Estos hechos, de sobra conocidos por los norteamericanos, no evitaban su apoyo al dictador. Era tal la controversia que generaba el apoyo a Somoza en los Estados Unidos que su principal valedor, el presidente Roosevelt, llegó a decir sobre él una frase que se ha convertido en una de esas grandes frases célebres de la historia: "Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta".

Esta famosa frase se podría haber aplicado en infinidad de momentos en la historia política mundial. En la España actual también. En estos días se ha vuelto a reactivar el escándalo de los ERE de Andalucía con la petición de penas de la fiscalía contra los ex-presidentes andaluces Cháves y Griñán. Este escándalo, que afecta directamente al partido socialista, ha puesto en evidencia muchas de las frases y actitudes de los socialistas con los escándalos de corrupción del Partido Popular de los últimos años. Al poco tiempo de conocerse la imputación de Rita Barberá por el escándalo de financiación irregular del PP de la comunidad valenciana, aparece este noticia sobre los ERE para dejar en evidencia a los que alzaban su voz contra la ex-alcaldesa de Valencia.

Los mismos que consideran culpable a Barberá sin haber sido juzgada, ponen la mano en el fuego por Cháves y Griñán defendiendo su honorabilidad, decencia e inocencia. La eterna vara de medir por la que un escándalo infinitamente más grande que el de Barberá es ocultado por los enormes medios de manipulación afines que controlan desde Ferraz y que tanto tienen que agradecer a los socialistas. Tan es así que incluso desde los "regeneradores podemitas" se habla para justificar todo esto de antiguo y nuevo PSOE. Es decir, con tal de conseguir el poder unos y otros justifican lo que haga falta, como haga falta.

Desde que esta noticia ha aparecido en las primeras planas quienes han desaparecido de ellas han sido los socialistas. Ya no abren la boca para criticar escándalos de otros no porque no quiera, si no para evitar ser preguntados por los suyos. La eterna forma de actuar socialista, que se olviden nuestros escándalos para nosotros reactivar los de los demás. Para eso cuentan con una gregaria prensa, una gregaria opinión pública y unos gregarios resto de partidos políticos que les hacen el agua a los socialistas. Es curioso que desde Ciudadanos, tan regeneradores ellos, se apoye al gobierno de Andalucía con un escándalo tan grande como ese solo porque algunos de los implicados estén ya fuera. A saber si la propia presidenta no es una de ellas, lo cual no sería de extrañar.

Mientras tanto ZPedro ha desaparecido incluso del mapa de Twitter. No abre la boca por temor a ser preguntado por lo suyo y no es capaz de hablar de otra cosa que no sea Rita Barberá, cuyo delito ascendería a 50.000€ como máximo y no a los casi mil millones que afectan a los socialistas. Sería mucho más fácil aparecer y decir descaradamente de sus colegas la famosa frase de Roosevelt: "Puede que sean unos hijos de puta, pero son nuestros hijos de puta".