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Copérnico y las sillas de las terrazas de hoteles

Estando, en el año 1998, sentado en una cómoda terraza de un cómodo hotel en el que pasaba mi luna de miel en Túnez, asistíamos extasiados a un espectáculo de magia que nos tenía a todos con la boca abierta y en el más absoluto de los silencios. Tal era el silencio que parecía que estábamos en misa y solo se oía algún que otro cuchicheo y los sonidos que producen los hielos de las bebidas al chocar con el cristal. En ese absoluto silencio y alejado solo dos mesas de donde yo estaba sentado, a mi derecha, la silla de un pobre alemán falló dando con los huesos de su ocupante en el suelo de una forma atronadora e incluso excesiva. Todo el mundo soltó una sonora carcajada, seríamos más de 500 personas, excepto los que estábamos situados cerca de él. Y no nos hizo gracia porque fue tal el estruendo y lo aparatoso de la caída que llegamos a asustarnos pensando que el pobre teutón se había hecho daño de verdad y que incluso debíamos avisar a un médico. Afortunadamente no fue así y el pobre hombre se levantó del suelo con la cara como un auténtico tomate debido a la vergüenza que pasó con el castañazo.

He indicado la fecha porque desde ese día de Agosto de 1998, nunca me siento en una silla de un bar, restaurante, terraza u hotel sin haber comprobado antes el estado de la misma. Son varias las veces que he cambiado incluso dos o tres veces de silla acordándome siempre del mal rato que pasó el alemán en el hotel de Túnez.

En la pasada cabalgata de Reyes el youtuber y colaborador de OKDiario, Alvaro Ojeda, cometió un error que podríamos haber cometido cualquiera de nosotros. Confundió en la Cabalgata a Copérnico con Colón. Como son muchas las ganas que se le tienen a Ojeda por ser azote de podemitas desde hace mucho tiempo las gracias y cachondeo en redes sociales no se han hecho esperar. Todos tratándole de inculto y de tonto por una error sin importancia y humano. Claro que todos ellos contaban con "San Google" al lado para acudir raudos a consultar en caso de pregunta incómoda. Y todo eso contando también con un estudio de 2015 que decía que un 27,5% de los españoles seguía creyendo que el Sol gira alrededor de la tierra.
Lo curioso y lo más grave de todo fue cuando Antonio Maestre pretendió humillar a Eduardo Inda, jefe de Ojeda, aquella misma noche en "La Sexta Noche" recordándole el error de su redactor. Y fue curioso y grave porque Inda le preguntó por Copérnico, por lo que había descubierto y Maestre fue incapaz de contestarle puesto que lo ignoraba. Maestre tenía tantas ganas de zurrar a Inda que no se molestó en perder un minuto para enterarse de lo qué había descubierto Copérnico. Pudieron más sus ansias de reírse del contrario que de prepararse a sí mismo. Estoy seguro que Maestre y yo coincidimos en aquél hotel de Túnez y fue uno de los que más ser rió con la caída de aquél alemán. Pero estoy también seguro de algo, que a día de hoy todavía no recuerda comprobar las sillas en las que se sienta y se le rompe prácticamente una a diario.





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