Me ha hecho mucha gracia escuchar hoy por la radio que Susana Díaz sigue deshojando la margarita en cuanto a presentarse, o no, a las primarias del PSOE. Me hace mucha gracia escuchar también decir a esos periodistas que parece que se deja querer. Y ella, más ancha que alta, sigue haciéndose la interesante con el asunto. Unos días dice que quizás, otros dice que quizás no y al otro dice que es posible, aunque no seguro. Pero la realidad es que media España sabe que Susana Díaz se presentará a las primarias del PSOE, la sorpresa sería que no lo hiciera. Me da la sensación que se siente deseada para algo por primera vez en su vida y está exprimiendo eso hasta que no quede ni una gota.
Y yo me pregunto, ¿qué ha hecho Susana Díaz para convertirse en la gran esperanza del socialismo español? ¿Ha empatado alguna vez con alguien? Mi respuesta es no, no ha hacho nada, no ha empatado con nadie. La colocó donde está el ínclito Griñán, uno de los de los ERE, y ahí sigue como presidenta de la Junta de Andalucía haciendo lo mismo que todos sus antecesores, nada.
Pero eso en el PSOE da igual. Con la experiencia que tienen con sus antecesores en el puesto ese no es ningún inconveniente, es más, puede ser hasta una ventaja. Ser Secretario General del PSOE es muy barato, demasiado fácil. Da igual la inutilidad manifiesta que tengan o su incapacidad para gestionar incluso una comunidad de vecinos. Lo importante, lo que más pita es que sea lo más servil posible y lo más pelota, un trepa vaya. Y Susana parece que cumple esas importantes premisas.
A mi todo eso me parece perfecto, a mi el PSOE me parece el peor partido que ha existido hasta el momento en la historia de España. Por lo tanto cualquier cosa que pueda significar su desaparición me parece bien. Espero que sea quien sea su nuevo secretario general sigan en la misma senda que siguen hasta ahora hasta su completa desaparición. España lo agradecerá.
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