Una de las frases que más me llamaron la atención del libro "Rebelión en la granja" de George Orwell fue la siguiente:
"El resultado de predicar doctrinas totalitarias es debilitar el instinto por medio del cual los pueblos libres saben lo que es o no es peligroso".
Veamos:
-Dos guardias civiles están en un bar de Alsásua con sus parejas, a la salida un numeroso grupo de energúmenos les esperan y les propinan una brutal paliza por la que a uno de ellos llegan a romperle incluso el tobillo, hoy las familias de los agresores son recibidas en el Congreso de los Diputados por varios partidos, incluido Podemos.
-El líder de un sindicato andaluz golpea a una mujer embarazada porque no quiere cerrar su establecimiento en un día de huelga. Además, el mismo protagonista también golpea a un responsable de otro partido político porque no está de acuerdo con él. No solo Pablo Iglesias, diputado y líder de Podemos, va a visitar al delincuente, al que golpea, a la cárcel, también lo trata como víctima y muestra junto a su grupo parlamentario carteles en el Congreso de los Diputados como si de una víctima del sistema se tratase, cuando es el agresor.
-El líder de un sindicato andaluz se dedica a robar supermercados en Andalucía, cuando el personal del supermercado, cajeras incluidas, trata de impedirlo, este, junto a sus camaradas, se enzarza con ellos llegando a zarandear a esos empleados. Hoy ese personaje es diputado gracias a, cómo no, Podemos.
Hay más ejemplos, con tres creo que es suficiente. Si releemos la frase de Orwell nos damos cuenta que en las anteriores elecciones generales cinco millones de personas fueron absolutamente abducidas por Podemos y sus doctrinas totalitarias. Las doctrinas totalitarias pueden ser muchas, pero en Podemos hay una más que evidente, el delito sólo es delito si es cometido por otro que no sea yo o de los míos. Si alguien golpea, agrede, insulta, veja, persigue o acosa, ese alguien, sea del partido que sea o sea quien sea debe pagar por ello. Primero para que pague su culpa y por medio del castigo se pueda intentar que no vuelva a repetirlo. Segundo para proteger al resto de la sociedad de este tipo de personas.
Sin embargo en partidos totalitarios como Podemos este tipo de actos no solo se justifican, también se alientan y se protege a los culpables, cuando no se les da además un puesto en el parlamento. Bajo mi punto de vista en Podemos la frase de Orwell se cumple de principio a fin. Con su predicamento de doctrinas totalitarias han debilitado ya el instinto de supervivencia de muchas personas en España, de demasiadas. Pero aún hay algo peor, también han debilitado su cerebro.
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