Ahora vamos a reirnoos todos

La historia de la Infanta Cristina y el campeón mundial de talonmano señor Urdangarín, alias el empalmado, está traspasando todos los límites que cualquiera de nosotros nos pudiéramos imaginar.

Como su antiguo socio, Diego Torres, y señora parece que no son demasiado tontos y, sobre todo, parece que no se fiaban demasiado ni del Duque ni de la Duquesa, nos están dando unas dosis, prácticamente diarias, de correos electrónicos bastante comprometedores.

Tenemos correos electrónicos para todos los gustos, de transferencias extrañas de fondos a paraísos fiscales, de conatos de infidelidades, en general de historias bastante raras y más tratándose de personas de su posición. 

Pero para mí los correos más sorprendentes son los últimos que han aparecido, me parecen sorprendentes por lo infantiles e irresponsables que son. Que la hija del Rey de España y su marido se burlen del Presidente del Gobierno José María Aznar, utilizando además para ello tanto sus correos personales, como los profesionales y los de Zarzuela, es de un estúpido supino. 

Los Duques no son personas que estén dando ejemplo de nada cara a la opinión pública, pero a medida que pasa el tiempo, nos damos cuenta que no hay por donde cogerles:

Están acusados de apropiarse indebidamente de dinero público.

Están acusados de desviar ese dinero público a paraísos fiscales.

Están acusados de funcionar como comisionistas de empresas a las que ni siquiera les hacían el trabajo encomendado.

Están acusados de utilizar su posición para ejercer presión sobre políticos, fácilmente presionables, y conseguir prebendas en las comunidades autónomas donde gobernaban.

Y ahora descubrimos estos correos con los que ya se les debería caer la cara de vergüenza.

Pero, ¿que tipo de educación ha recibido esta gente de sus dos familias? 

Ella es hija nada menos que del Rey, pero él es hijo del Presidente de una caja de ahorros, lo que nos da a entender que no han debido tener una vida plagada de problemas y dificultades que justifique no haber recibido una buena educación.

Yo, como la mayoría de los españoles, no creo en la inocencia de ninguno de los dos, las evidencias son demasiado claras, pero tampoco creo que vayan a recibir ningún castigo judicial, por lo menos acorde a los delitos cometidos.

Como no nos queda más recurso que el pataleo, por lo menos vamos a reírnos nosotros también un rato de ellos.