El bloqueo mental

Yo, generalmente, suelo tener dos estados de ánimos, el moderadamente optimista y el del bloqueo mental, me imagino que he acabado así por las circunstancias que me han sucedido en mi vida y es una especie de auto-defensa.

El pesimismo no suele entrar dentro de mi vocabulario, yo creo que cuando las cosas no me salen como deberían, en mi cerebro debe haber como una especie de glándula que debe segregar una proteína llamada bloqueaditis o algo así y paso del moderado optimismo a ese bloqueo mental.

Hoy, por ejemplo, y después de mucho tiempo, me encuentro en pleno bloqueo mental. Llevo unos días en que las cosas no salen como estaban previstas y la proteína de mi cerebro ha acudido en mi ayuda, me ha llegado un mensaje, como del más allá, y me ha dicho "anda Javier majete, ponte a escuchar música y a escribir alguna tontería que mañana será otro día".

Lo bueno que tienen mis bloqueos mentales es que actúan también como una especie de terapia de choque cuando el cerebro lleva varios días seguidos con moderado optimismo y corro el peligro de llegar al optimismo crónico, esto es, empiezas a poner esa sonrisa tonta con la que podrías ir por la calle y la gente se daría la vuelta y podría pensar: "Y este imbécil, ¿de que se rie?

Creo firmemente que el pesimismo puede acarrear tantas desgracias como una guerra y creo también firmemente en la eficacia del bloqueo mental, si veo que las cosas no salen no lo intento y lo dejo para mañana, ya sé que esto no parece muy aleccionador, pero prefiero llegar un día tarde que intentar romper el muro a cabezazos.

Por cierto, habrá algún día en que relea esto y pensaré: "menuda gilipollez".