LOMCE o el adoctrinamiento perdido de la izquierda

Cualquiera que nos vea desde fuera no se podrá creer el revuelo causado por la nueva Ley de Educación, LOMCE, entre un sector de la clase política española, en especial la izquierda y el nacionalismo.

Pero, ¿cual sería el problema?, ¿la religión?, ¿el impartir más clases en castellano?

Yo creo que ese no es el gran problema que tienen la izquierda y los nacionalistas.

La religión es una asignatura optativa y la única novedad es que computa con el resto de las asignaturas, es curioso que hasta ahora hubiera asignaturas que no computaran, para eso lo mejor es que no las haya. El argumento se cae por su propio peso y no me creo nada. Después hay comentarios como el de la magnífica Elena Valenciano que hablaba de tonterías como la vuelta a los catecismos y a la reválida, pero la verdad es que esta mujer ya es como las moscas en verano, están ahí, no sirven para nada, pero no matan a nadie, forman parte del paisaje.

El asunto del castellano en Cataluña y en otras regiones en las que nuestro idioma está maltratado, la solución es una solución a medias. Es una solución a lo Mariano Rajoy, parece que hago algo, pero sin hacerlo y escondiéndose en su cobardía. Ese tampoco creo que sea un problema grave.

Yo creo que el gran problema que tienen todos estos partidos es el perder el poder de adoctrinamiento a nuestros hijos.

Tanto el PSOE a nivel nacional, como los partidos nacionalistas en su comunidad autónoma, han utilizado siempre la educación en nuestro país como una forma de crear un granero de futuros votantes para sus respectivos partidos. Si los padres no estamos atentos y pendientes a lo que enseñan a nuestros hijos nos podremos encontrar con una desinformación alarmante para el futuro académico de nuestros hijos y su futuro como personas.

Yo, en general, estoy de acuerdo con la LOMCE, creo que este gobierno, al igual que en otros muchos aspectos de esta legislatura, ha sido demasiado cobarde sobre todo con la defensa del castellano, ya que la solución aportada sigue dando un trato discriminatorio a las familias que quieren que sus hijos aprendan en castellano.

Esta ley, también, demuestra algo de lo que se iban viendo ciertos detalles a lo largo de la presente legislatura, dentro del gobierno de la cobardía el ministro Wert es el único que da un  paso al frente.

Además señor ministro, si algo le toca las narices a la izquierda y a los nacionalistas es sólo señal de una cosa, casi seguro que es bueno.