Vivir por encima de nuestras posibilidades

Llevamos ya varios años viviendo está profunda depresión económica  en la que estamos inmersos y ésta ya tiene su pequeña historia y puede ser ya analizada. Entre las muchas medias verdades que nos hemos ido encontrando es esa, ya famosa, que decía que los españoles vivíamos por encima de nuestras posibilidades. Según los principales defensores de esta teoría los sueldos que había en los tiempos de bonanza eran irreales, las personas que recibían estos sueldos vivían en función a ellos y cuando estos desaparecieron llegó el batacazo.

Esta teoría, para mi gusto, es una media verdad. Si una persona gana 1000€ lógicamente vivirá en función a esos 1000€ y no en función a 200€, no tiene nada de malo, nadie esperaba perder su trabajo, de la forma que se ha perdido, y llegar a un extremo de pasar verdaderas necesidades. Si creo que habría gente que ganando 1000€ viviera en función a 1200€, pero yo creo que eran los menos.

Los principales divulgadores de esta teoría, a mi entender, son los que realmente vivían por encima de nuestras posibilidades y, lo peor de todo, es que lo siguen haciendo. Estos no son otros que la casta política, de un signo u otro, que rige nuestros destinos.

Los que estamos en la calle todo el día vemos esto todavía más claro. Yo no vivo como hace cinco o seis años, ni mucho menos, y la gente que veo a mi alrededor tampoco. Pero cuando lees los periódicos, ves la televisión o escuchas la radio y ves que el estado, a pesar de las muchas subidas de impuestos y recortes sociales, sigue incrementando su gasto de manera desbocada, te das cuenta que no es un error, no es una mala gestión, es simplemente una tomadura de pelo.

Nos están vendiendo que las últimas emisiones de deuda son un gran éxito, por la gran bajada que ha habido en la prima de riesgo. Pero no nos damos cuenta que nos siguen vendiendo como un éxito el continuo y desenfrenado endeudamiento estatal y siempre a costa de nuestro bienestar, no creo que seguir endeudándonos, aunque sea más barato, sea ningún éxito.

Sigue habiendo en España 17 mini-estados que no bajan el pistón y malgastan, seguimos subvencionando a partidos políticos, sindicatos y fundaciones raras como si aquí no pasara nada. Las derivas secesionistas las intenta calmar el gobierno central con dinero, con nuestro dinero. Y así podríamos seguir con un largo etcétera de mala gestión y tomadura de pelo.

Siempre he estado convencido, y cada día más que el ciudadano de a pie no tiene ninguna culpa de lo que está pasando y si la hubiera sería una mínima parte de culpa. Estamos sufriendo, por parte del estado, una especie de feudalismo moderno tan grave y vergonzante que cuando pasen los años será estudiado en los libros de historia como una auténtica estafa.