Willy Fogg, el comisionista empalmado
Willy Fogg y su esposa, la infanta Cristina, se van a vivir a Suiza. No hay nada en este país como tener padrino. La pobre infanta y el comisionista aventurero tienen problemas y llega papá semi-Dios y con una llamadita, y a pesar de su gran cabreo, lo soluciona todo.
El motivo del nuevo traslado es el nuevo puesto que la infanta ha conseguido en su empresa, la Caixa, relaciones internacionales de no se qué.
Los master, las carreras, los idiomas, eso no sirve para nada, no hay más que ser hija de o yerno de para que super empresas, a las que cuesta mucho acceder a cualquiera de los pobres mortales, te den un puestazo de ensueño con un sueldazo de locura.
La infanta y su marido son personas preparadisimas, no hay más que verlo, y por ese motivo las multinacionales españolas se los rifan.
Que suerte que te paguen lo que tu quieras y te manden a trabajar donde a ti te venga bien. Ese es un placer que yo no voy a tener en la vida y mis hijos tampoco, pero no porque seamos tontos si no porque no tenemos nada que ver con el Rey.
No es el momento más oportuno para una República en España, la izquierda se intentaría apropiar de ella y con la corrupción que hay ya no quiero ni pensar lo que sería con una República.
Pero todo esto no quita que la monarquía reinante se limpie un poquito, o mejor un bastante, los bajos porque apesta.
El motivo del nuevo traslado es el nuevo puesto que la infanta ha conseguido en su empresa, la Caixa, relaciones internacionales de no se qué.
Los master, las carreras, los idiomas, eso no sirve para nada, no hay más que ser hija de o yerno de para que super empresas, a las que cuesta mucho acceder a cualquiera de los pobres mortales, te den un puestazo de ensueño con un sueldazo de locura.
La infanta y su marido son personas preparadisimas, no hay más que verlo, y por ese motivo las multinacionales españolas se los rifan.
Que suerte que te paguen lo que tu quieras y te manden a trabajar donde a ti te venga bien. Ese es un placer que yo no voy a tener en la vida y mis hijos tampoco, pero no porque seamos tontos si no porque no tenemos nada que ver con el Rey.
No es el momento más oportuno para una República en España, la izquierda se intentaría apropiar de ella y con la corrupción que hay ya no quiero ni pensar lo que sería con una República.
Pero todo esto no quita que la monarquía reinante se limpie un poquito, o mejor un bastante, los bajos porque apesta.
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