La izquierda se marea

No es ninguna novedad, todos lo sabíamos desde que el Partido Popular ganó las elecciones, la izquierda en general y el Partido Socialista en particular admitirían el resultado cara a la galería pero, en la intimidad, no son capaces de reconocer sus errores ni admitir su severa derrota. Y no es que el PP lo esté haciendo bien, todo lo contrario, nos han mentido como cosacos y en especial a todos los que llevamos ya muchos años creyendo en ellos. Mariano Rajoy no está aplicando el programa electoral con el que ganó las elecciones, en realidad no se de qué se queja la izquierda, el PP está realizando en el gobierno políticas más de izquierda que de derecha liberal.

Ahora la izquierda política española más representativa, tanto Izquierda Unida como el Partido Socialista, están reventando la calle con continuas movilizaciones en las que lo único que buscan es su propio beneficio electoral. Se alían con la extrema izquierda, con indignados, con partidos independentistas, se alían con quien sea con tal de recobrar el poder lo antes posible.

Asistimos alucinados a movilizaciones o mareas diarias, de todos los colores, a las que asiste la gente más insospechada. Que en las mareas blancas de Madrid se quejen de la privatización de algunos servicios de algunos hospitales los propios médicos que por las tardes trabajan en sus consultas privadas es alucinante. Que además participe en ellas el PSOE que, recordemos, gobierna en Andalucía y ha aplicado esas mismas políticas de las que se queja en Madrid es propio de Cuarto Milenio. Pero lo más increíble es que se proteste en Madrid por algo por lo que nunca se protestó en Andalucía.

Pero ya el colmo es el espectáculo al que estamos asistiendo en Baleares, la marcha verde. Llevan los profesores de allí quince días de huelga secuestrando a sus propios alumnos, les utilizan para sus fines políticos, estamos hablando de niños. Que más da, nada es suficiente con tal de conseguir el objetivo final, la victoria de la izquierda. Se quejan, además, de la implantación del trilinguismo en la escuela y de la pérdida de poder del catalán. Al PSOE le da igual que para ello se deba unir en las protestas a ERC, el objetivo final es el gobierno central, la expulsión del PP. 

A pesar del descontento general de los ciudadanos con el gobierno del Partido Popular, la izquierda no se da cuenta que lo único que está haciendo es escupir hacia arriba y que todo lo que están haciendo se puede volver en su contra. Yo, como votante que he sido siempre del PP, y a pesar del descontento que tengo con su gestión voy a hacer todo lo posible e imposible para que la izquierda extrema, que es en lo que se están convirtiendo todos estos partidos mal llamados democráticos, no gobierne nunca en España. Y como yo habrá mucha más gente, que te quede claro Rubalcaba.