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La defensa de lo español

Cuando alguien no hace lo que tiene que hacer y va olvidándose de sus cosas, de lo fundamental, pierde la mayor parte del respaldo con el que contaba.

El Gobierno de Mariano Rajoy tiene muchos frentes abiertos, demasiados, el principal es el de la crisis económica que está intentando solucionar con parches que, de momento, están sirviendo para bastante poco. Entró en el gobierno planteándonos unas soluciones completamente distintas a las que está utilizando. Nos mintió, prometió unas políticas económicas liberales y de derechas y está utilizando unas políticas económicas socialistas y de izquierdas. Él sabrá cual es el motivo por el que ha tomado este tipo de decisiones, pero mi visión del asunto apunta hacia la cobardía. No se atreve a tomar las decisiones que él mismo prometió tomar, no se atreve a tomar una serie de medidas que son absolutamente necesarias para salir del agujero, ha atajado por el camino más fácil, la subida alocada de impuestos.

El gran problema es que esa cobardía la está aplicando en toda su gestión como Presidente del Gobierno. En el asunto de ETA y en el asunto de Cataluña, con su pretensión de independencia, está aplicando también la política del avestruz, la del diálogo con quien no cumple la ley, eso provoca que pierda toda su credibilidad, tanto la de los que le votamos en su día como la de los que están totalmente en contra.

En estos momentos somos muchos los españoles que no nos sentimos identificados con ningún partido político. Los partidos de izquierdas hacen migas con cualquiera que ataque tanto al partido en el gobierno como todo lo que tenga que ver con España, su concepto de nación es cero. El partido del gobierno, el PP, no deja nada claro que rumbo quiere tomar y nos tiene a sus votantes completamente despistados.

Es aquí cuando surgen nuevos proyectos a nivel nacional como el llamado Movimiento Ciudadano que ha presentado Albert Rivera en Madrid. Somos muchos los que estábamos deseando el salto del señor Rivera a la política nacional. Aparentemente es un político joven y valiente con las ideas muy claras de lo que tiene que ser España. De momento parece que no va a ser un partido político, de momento parece ser que va a calibrar el apoyo ciudadano con el que cuenta a nivel nacional pero, yo creo, que ese apoyo va a ser bastante grande.

Señor Rajoy, si a estos movimientos que surgen a su alrededor se suma el que está surgiendo a nivel interno dentro de su partido, ha llegado el momento en que usted se tiene que poner a temblar. Los ciudadanos españoles que no somos de izquierdas no vamos a salir a la calle a quemar contenedores y a enfrentarnos a la policía, pero tampoco estamos dispuestos a que nos siga tomando el pelo. Señor Rajoy, ha llegado la hora que cumpla lo prometido a nivel económica y que cumpla con su deber y mantenga el orden y la unidad Nacional. Los que no queremos ver a la izquierda ni en pintura pensábamos que no teníamos más opciones, pero parece que ya empiezan a aparecer. Tome nota Mariano.

7 comentarios:

  1. Muy bueno,coherente,contundente......me gusta.

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  2. Yo también estoy de acuerdo com muchad de las propuestas de Albert, pero forma parte de la Casta y no renuncia a la partidocracia
    Es de izquierdas
    Hay que ir más allá, a la democracia constitucional.

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  3. Hay un partido que promueve la verdafera democracia. Aquí esta su web y su manifiesto político

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    Respuestas
    1. Me gustan vuestras ideas, he leído vuestro manifiesto.

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  4. El problema, desde mi punto de vista, no es Rajoy, el PP, el PSOE o Albert Rivera y su partido que trata de catapultar a toda España. El problema es un modelo que corrompe a las personas que obtienen el poder; una constitución que hurta los poderes del estado para depositarlos en manos de unas instituciones (los Partidos Políticos) que no solo carecen de legitimidad para recibirlos, sino de fiabilidad para confiárselos, y a los hechos probados de corrupción generalizada me remito.
    En cuanto a los partidos de reciente creación, que aparecerán como hongos ante la previsible debacle del PPPSOE, solo puedo decir que los que vivimos la política en los años 60 no hubiéramos podido imaginar que la honorabilidad de nuestros líderes pudiera llegar al nivel de miseria al que los jueces están demostrando que han llegado.
    No creo, por tanto, que la solución de España venga de la mano de unos partidos de nuevo cuño, pero nacidos en idénticas circunstancias que los que hoy nos hace avergonzarnos de ser españoles.
    La solución, por tanto, no es apoyar a instituciones con la cara lavada pero con el espíritu corruptor de la Constitucion del 78 circulando por sus venas, sino en la apertura de un proceso constituyente para reformar esa norma suprema y redactar una nuevas, o inventarla si hace falta.

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