La solidaridad según la Izquierda

Está claro que en épocas de crisis las mentes cambian, nuestro cerebro se amolda a la nueva situación provocando las reacciones más diversas según sea el individuo. En algunas personas puede ser beneficioso, en otras casi irrelevante, pero hay otras a las que estos cambios les provocan una serie de diarreas mentales que son casi imposibles de superar.

La izquierda española lleva con una diarrea mental considerable desde hace ya demasiados años, se dieron cuenta que había una crisis terrible y galopante desde que dejó de gobernar Jose Luis Rodriguez Zapatero. Desde el día que empezó a gobernar el Partido Popular se empezó a dar cuenta que el tema era mucho más grave de lo que parecía y decidieron tomar las calles, como si sólo fueran de ellos.

Las tonterías que llevan haciendo estos últimos años son innumerables, no voy a pararme a detallarlas pero están en la cabeza de todos nosotros, todos los que no seamos de izquierdas claro. La última de la lista, que seguro que no será la última si no que habrá muchas más, es la del trato que están sufriendo las víctimas del terrorismo por su parte. Tras la sentencia del Trubunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo sobre la Doctrina Parot, las víctimas del terrorismo decidieron volver a llevar las protestas a la calle ante la injusticia que se había cometido con ellas. Las barbaridades que he leído por parte de la izquierda hacia las distintas asociaciones de víctimas y sus representantes son innumerables. Se les ha llamado fascistas, franquistas, se les ha tildado de asociación del PP, se les ha llamado caraduras e incluso se ha dicho que van en contra de los derechos humanos y que quieren que los terroristas se pudran en la cárcel sea por las buenas o por las malas. Han llegado a decir que bien que se quejaban de los asesinos etarras y no lo hacían por los asesinatos cometidos durante la dictadura de Franco.

No es suficiente tener que aguantar a ETA matando, a ETA en las instituciones siendo pagada por todos nosotros con nuestros impuestos si no que, además tenemos que aguantar a ciertos grupos de sindicatos, de sindicatos de estudiantes, de IU, del PSOE e incluso a periodistas diciendo barbaridades contra la gente que ha perdido a sus familiares a manos de los asesinos etarras.

Desconozco si todas esas mamarrachadas son aplaudidas por un gran sector de la sociedad en nuestro país, aunque lo dudo, todavía hay gente mucho más inteligente que todos esos pamplinas. El concepto de solidaridad de la izquierda es así de extraño, lo primero que miran en una persona para solidarizarse con ella es su carnet de identidad y su militancia, es así de triste pero es la realidad que ellos mismos nos están mostrando.