Apadrina un etarra.

Llevamos ya unos cuantos años, demasiados, en los que en el Congreso de los Diputados asistimos a días memorables. Pero no días de esos en las que la oratoria, la discusión y el parlamentarismo convierte a los Diputados en gente admirada y gente creíble. Ahora asistimos en días en los que nos preguntamos continuamente por qué acudimos a las urnas cada cuatro años, por qué pagamos impuestos y por qué no mandamos todos a todos nuestros representantes políticos a freír espárragos directamente.

Llevamos ya desde el 11 de Marzo de 2004 asistiendo a una bajada de pantalones de nuestros políticos, y por añadidura de todos los españoles, a una rendición completa de todos en la lucha contra el terrorismo, los políticos nos han hecho agachar la cabeza a todos los españoles. Comisión de investigación del 11 de Marzo, autorización a Zapatero para negociar con ETA y, lo último, el pago de subvenciones a etarras excarcelados.

Un etarra mata, aparte de muerte provoca unos destrozos materiales considerables, el estado tiene que pagar esos destrozos, tiene que indemnizar a los familiares de los fallecidos o heridos y ahora, además, el estado tiene que pagar una renta a los etarras que han provocado todo eso, una renta como premio por haber matado. Es demencial que, aunque sea una minúscula parte de nuestros impuestos, vaya para pagar a esta gentuza.

Los partidos que han apoyado esa propuesta son, entre otros muchos, PP y PSOE. Estos dos partidos han obtenido el respaldo de gran parte de la población española, a la cual dicen representar. ¿Cómo me voy a sentir yo representado por alguien que da su apoyo a esta barbaridad? De ninguna manera, a mi esa gente no me representa, yo no voté al PP para esto, yo no he votado al PP para nada de lo que está haciendo.

Ya sólo le falta a éste gobierno sacar una campaña publicitaria en Navidad que diga: "Apadrina un etarra, apadrina a un violador asesino, han matado a tus familiares pero sé bueno y ayúdale a vivir con tú dinero". Si, todo muy tierno, intentando que nos emocionemos como si fuera el anuncio de Turrones el Almendro o de la Lotería de Navidad.

No sólo te suben los impuestos, no sólo te acribillan a pagos, no sólo hacen barbaridades con  nuestro dinero si no que ahora, además, tenemos que pagar dinero a los asesinos. España, que es el país de las subvenciones, ahora también subvenciona asesinos. 

Y todavía se preguntará el gobierno por qué hay tanta economía sumergida.