España, la democracia dictatorial.
Parece que es cierto aquello de España es diferente, pero para lo bueno y para lo malo. Aún en épocas buenas, de riqueza o de tranquilidad, en la que a nadie se nos pasaba por la cabeza encontrarnos en la situación económica en la que estamos, ya las cosas no olían demasiado bien, algo nos imaginábamos pero no lo que está ocurriendo. Ha tenido que venir una crisis terrible para abrirnos los ojos a todos.
Y lo peor de todo, aunque parezca mentira, no es la situación económica. La situación económica queda en mera anécdota comparada con la desfachatez de los personajes que dirigen nuestras vidas, no sólo los políticos, también los medios de comunicación, los jueces, los grandes monopolios empresariales de nuestro país, la monarquía, en fin, los que dominan el cotarro.
La situación se agrava más aún si nos damos cuenta que los ciudadanos no sabemos por donde tirar. Hay gente que sale a las calles, protestan, pero protestan de la mano de una parte de los culpables. Salen de la mano de sindicatos, de partidos de izquierda, de organizaciones extrañas que están absolutamente tele-dirigidas, que son parte del sistema que critican. Salen de la mano del sistema, contra el que creen luchar, pero con una careta en forma de anti-sistema. El aborregamiento es tal que les incitan a cometer tropelías contra si mismos, con un sólo fin, estar cada día un poco más cerca de la cabeza de ese sistema que dicen detestar.
Hay otra parte de la ciudadanía que estamos completamente atontados, unos confiaban en el PSOE, otros confiábamos en el PP, pero nos estamos dando cuenta que son distintas caras de la misma moneda. Están repartiéndose años de poder, sin más, protegiendo los unos a los otros. Hoy gobiernan unos y tapan todas las tropelías de los otros, las esconden e incluso siguen hojas de ruta encubiertas.
Mientras todo esto pasa con los ciudadanos aparecen robos por doquier en los que nunca es culpable nadie. Los delincuentes salen libres a las calles sin más explicación que una supuesta decisión judicial de Estrasburgo. Contabilidades en B de partidos, críticas de ex-ministros reconociendo sus mentiras mientras gobernaban , más endeudamiento del Estado que sigue ahogando al ciudadano, los jueces son nombrados por unos y por otros, partidos que tienen mensajes atractivos excepto cuando tocan el poder aunque sea del último ayuntamiento de España.
Y mientras tanto para lo único que se requiere al ciudadano es para que pague. Que pague impuestos, que pague multas, que pague subidas de la luz en época de crisis, que paguen más la pequeñas empresas que están asfixiadas, que pague más por la gasolina aunque el petróleo baje, que pague porque hay que pagar los sueldazos de los políticos. Las buenas palabras llegan siempre en época de elecciones, las buenas palabras y las mentiras.
El ciudadano vive de prestado del Estado, cualquier cosa que tengas no es realmente tuya cualquier requerimiento del Estado por la causa que sea puede provocar que te quedes sin ella. Hablan los políticos de democracia, de libertades, no existen, es mentira. La democracia y las libertades, si, esa democracia en la que te roba hasta la familia Real, menuda democracia. Esto de democracia no tiene nada, de libertad menos, lo que si que nos sobra es dictadura, mentira y robo, de eso no nos falta, de eso andamos sobrados.
Tengo la impresión de que ideológicamente no coincidimos. Yo no he votado nunca al PP. Pero sí que nos aproximamos en el hecho de que ambos clamamos por la recuperación de la decencia perdida en este país. Más bien yo diría que, cogidos a traición, estamos tomando conciencia del gran engaño en el que se ha convertido la sociedad española desde hace mucho tiempo, No nos queda más que gritarlo a voces, como usted hace y yo hago, porque la solución está en manos de la ciudadanía.
ResponderEliminarPor cierto, yo pongo mi pequeño grano de arena en http://aulaadriana.blogspot.com.es/
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