Cuando las cosas si tienen importancia.

Ante los continuos abusos, insultos y tomaduras de pelo que estamos sufriendo los ciudadanos por parte de los partidos políticos, los independentistas, ETA, la izquierda radical, etc...está surgiendo un tipo de pasotismo en el que la frase habitual viene a ser algo así como: "cuanto más se hable de ellos más importancia se les va a dar, lo mejor es ignorarles".

He oído y leído tantas veces esa frase últimamente que ya clama al cielo. Ya sea porque nos insultan los independentistas catalanes, alguien de la izquierda nos llama fascistas o nos insulta según abrimos la boca, ya sea por declaraciones aberrantes de los asesinos etarras. Al final cuando te enfadas siempre surge alguien que dice esa ya famosa frase. 

No, yo no digo que vaya a estar discutiendo con todo el mundo, no digo que vaya a estar a la defensiva siempre, lo que digo es que parte de su éxito es que nos callamos. Si cuando cualquiera de estos indeseables abre la boca alguien le parara los pies llegaría un  punto en que tendría más cuidado con lo que dice. El no decir nada significa que al final siempre dicen  lo que quieren y lo que les da la gana, aunque ellos hagan lo contrario a lo que tanto predican para si.

El Valle de Arán se quiere independizar de Cataluña y en un debate en una televisión catalana entre la indecente Pilar Rahola y un chico Aranés se vio claramente la distinta vara de medir que tiene esta gentuza "a la que no hay que dar publicidad". Ante la pregunta de Pilar Rahola al chico sobre si él se sentía catalán, este, contesto que no. La respuesta de Pilar Rahola no tiene desperdicio: "entonces las ayudas públicas que puedan tener nos las replantearemos..."

Este no es un caso aislado, ante esa misma pregunta en cualquier televisión española esta asquerosa de Pilar Rahola habría contestado lo mismo que el chico Aranés. Si a alguien del debate se le hubiera ocurrido darle la misma respuesta que ella dio a esta chico, pero con Cataluña con respecto a España, ella habría montado en cólera.

Este es un ejemplo claro de porqué nunca debemos callar la boca ante las provocaciones de esta gentuza. Como no decimos nada, dicen lo que quieren, y no nos damos cuenta que son tan sumamente descerebrados que dejan miles de flancos abiertos, como queda demostrado con Rahola, la independentista que vive más de Madrid que de Barcelona. La gente que haga lo que quiera pero a esta gentuza yo la seguiré contestando, no voy a permitir que insulten y mientan mientras los demás nos quedamos callados como tontos.