No me parece a mi el trabajo de diputado especialmente duro, no se si por la perspectiva de verlo desde el punto de vista de una persona que se tiene que buscar la vida a diario para sobrevivir, puede que sea porque lo veo desde el prisma de una persona que si comete errores en su trabajo le cuestan mucho dinero propio o, simplemente, por un mero sentido de responsabilidad en el trabajo. Lo que tengo claro es que me resulta un trabajo fácil. El sueldo es bueno, las ventajas que se obtienen cuando dejas de ser diputado también y para ello lo único que hay que hacer es estar atento en el trabajo. Esto de estar atento puede ser una obviedad para cualquiera, pero para los diputados del PP del Parlamento de Cataluña debe ser un extra, debe ser muy difícil.
En el parlamento catalán nueve diputados del PP catalán han cometido un error que, para mi, es más grave de lo que parece y sobre todo más inadmisible. Ante la pregunta en favor de la consulta independentista promovida por Arturo Mas y sus colegas independentistas esos nueve diputados del PP catalán votaron, por error, afirmativamente.
Se positívamente que esa pregunta iba a ser apoyada por la mayoría independentista del parlamento catalán, se también que el voto afirmativo de esos nueve diputados no desequilibra ninguna balanza pero, a mi modo de ver, el hecho es más grave de lo que parece. Lo que ha pasado demuestra una desidia total de las personas que cometieron el error, demuestra una falta de atención absoluta y una falta de consideración hacia los votantes que dieron su voto a esta gente de la que se espera un mínimo de dedicación y esfuerzo en su trabajo.
Las explicaciones del portavoz del PP catalán me parecen aún peores. Al parecer el error se debió a un cambio de última hora en el orden de los asuntos votados. Da la sensación que entonces los diputados van con una chuleta a las votaciones tipo: 1ª SI, 2ª NO, 3ª SI...de película vaya.
No se si el PP tomará algún tipo de medidas contra esta gente que realiza su trabajo con tan poca responsabilidad, pero de aquí a que acabe la legislatura les propongo una solución. Que alguien con más luces se coloque en las tribunas superiores del parlamento y les aten unas cuerdas a los diputados en los brazos, tipo marioneta. Será más fácil, ya no tendrán necesidad ni de pensar, ni de estar atentos, podrán seguir jugando al Candy Crush en el móvil y votando a la vez algo coherente. A grandes males grandes remedios.
UN ANONIMO, dónde estás que no se te lee por aquí?
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