De Gaspar y otros animales

Yo creo que el panorama de políticos españoles actual se divide en dos grupos principalmente:

- Los políticos que no sirven para casi nada.

- Los políticos que no sirven para nada.

En el primer grupo se englobarían aquellos políticos que parece que hacen algo, parece que te quieren representar aunque no lo hagan nunca y, sobre todo, que parece que trabajan aunque no den casi ni clavo. Es este un grupo dominado por las apariencias, siempre aparentan pero en realidad hacen la mitad de lo que dicen o parecen hacer, que casi nunca es nada. Tiene este grupo algo a su favor, por lo menos intentan convencernos de su labor por el bien de todos, aunque la mayoría ya estemos completamente desengañados y no nos creamos prácticamente ni media. 

En el segundo grupo están los que no sirven para nada. Este grupo es curioso porque es numerosísimo, en este grupo se encuentran los políticos que no se sabe a que lotería jugaron, pero es evidente que tuvieron que jugar a alguna porque les ha tocado. Les ha tocado la lotería de ser políticos y de amarrarse al asiento de tal forma que nadie es capaz de quitárselo. No se molestan ni en aparentar, están agazapados en su escaño, hablando lo menos posible y metiendo la pata día si y día también. Es increíble que ocupen una posición como la que ocupan, en una empresa privada normal no serían capaces de desempeñar ni el último puesto de cero responsabilidad de la misma.

En este último grupo se encuentra Gaspar Llamazares, ya todo un clásico. A este le tocaron los euromillones, ha sido hasta coordinador general de IU sin saber hacer la O con un canuto. Ha vuelto a quedar Gaspar en evidencia con dos comentarios en redes sociales, el primero referente al fallecimiento del Hermano Miguel a causa del ébola. Hay ciertos momentos, Gaspar, en que sacar rédito político resulta asqueroso, uno de ellos es con la muerte de una persona, tú lo haces siempre y eso no demuestra más que tu catadura moral es cada vez más baja, ya está por el subsuelo, cerca de Australia.

La segunda fue directamente conmigo, cuando contesté su desafortunado comentario. Dice Gaspar, parlamentario español, que él sólo se debe a sus votantes y no a sus oponentes. Querido Gaspar, yo que soy oponente también pago tu sueldo y soy español. La representación parlamentaria es eso, una representación, pero no sólo de quien te vota, también de quien no lo hace. ¿Cuando pides algo que lo haces sólo para tus votantes? Justicia gratuita universal, pero sólo para quien me vota. Sanidad pública universal, pero sólo para quien me vota. Cobro la nómina a fin de mes, ¿pero que la pague sólo quien te vota? Si algún día se da este último caso entonces podrás decir las tonterías que dices. Mientras tanto no Gaspar, hay veces en que lo más fácil y ético es mantener la boca cerrada. Inténtalo, cuanto menos hables menos tonterías dirás.