Los cabrones de Caja Madrid
Por mi trabajo hablo todos los días con mucha gente, gente de todas las clases. En estos días estuve con una señora con ochenta años que, tras pensarlo mucho y negociar el precio hasta aburrir, aceptó definitivamente un trabajo que tenía que hacerle mi empresa en su casa. Mientras mis operarios realizaban el trabajo esta mujer me contaba, como hace casi todo el mundo conmigo, parte de su vida. Tiene cerca de 80 años, un hijo de 54 años viviendo en Barcelona sin trabajar desde hace 5 años y una nieta, la hija de este hijo, de 26 años que no trabaja desde hace 2 años y que tiene un hijo de 8 años. La única que trabajaba en esa familia era su nuera. La señora que me contaba su historia tiene una pensión de 400 euros al mes y, con ese dinero, vive ella y ayuda a su nieta todos los meses. Eso es saber de economía y no el Banco Central Europeo.
Mientras mucha gente en España vive, más o menos, como Josefa, nos encontramos con la noticia de las tarjetas de Caja Madrid. Quizás el título de esta entrada le parezca muy fuerte a mucha gente, pero es que hay que ser cabrón, pero muy cabrón, para hacer lo que esta gentuza hacía. Personajes que cobraban sueldazos oficiales millonarios y que no tenían suficiente con eso. Políticos, sindicalistas, miembros de la patronal, gente de toda clase y condición que actuaban todos de la misma forma. Hay que ver, además, no sólo lo que se gastaban, hay que ver, además, en que se gastaban sus, en teoría, gastos de representación. Juergas, viajes, disposiciones en efectivo, vino, electrónica, gastos en supermercados de 1000€. Además de todo eso los préstamos que se otorgaban a si mismos y que no devolvían. ¿Pero no es eso de ser muy cabrones?
Después, y cara a la galería, había que oírles hablar a cada uno en su sector. Había que oír hablar al banquero de economía dando normas económicas, había que oír hablar al político, había que oír hablar al de la patronal y había que oír al sindicalista en sus mítines del 1 de Mayo hablar del obrero mientras él hacía compras de 1.000€ en el Supermercado del Corte Inglés. Y del comunista que hacía contínuas disposiciones en efectivo, ¿que me dicen? Pues que no sólo son cabrones, son de lo peor de esta sociedad, de lo más rastrero que nos podamos encontrar.
Lo más grave de todo esto es que, además, las juergas las hemos pagado todo los españoles teniendo que inyectar en Caja Madrid una inmensa cantidad de dinero. Lo dicho, quizás el título sea fuerte, pero hay veces que ciertos insultos no son más que calificativos exactos para describir a ciertos personajes.
Cabrones.
ResponderEliminarPues tu no les andas muy a la zaga, explotando a los pobres curritos que tienes en tu empresa de seguridad.
EliminarEl niñato mal hablado esta por aquí. Y como siempre diciendo tonterías y cosas absurdas.
EliminarA ver inútil ¿Cuánto les pago a mis empleados por servicio? ¿Puedes decirme las horas que dan?
Porque tú seas racista no tenemos que serlo todos. Los demás respetamos a las demás razas o formas de pensar.