No lo llamen crisis, ha sido un saqueo

Llevamos todos dando la matraca con la palabra crisis desde, prácticamente, el año 2007 en que todo empezó a caer cuesta abajo y sin frenos. Bueno, todos no, todavía recuerdo al innombrable Zapatero en su campaña electoral de 2008 y al inútil del ministro Solbes negando la mayor en su debate televisivo con el señor Pizarro. Sólo empezó a nombrar la palabra crisis el de la ceja cuando ganó las elecciones y cuando el agujero era tan evidente que, de haber seguido obviando esta palabra, le tendrían que haber internado en un psiquiátrico. Pero, a pesar que yo también he hablado todos estos años de crisis, que además yo he sufrido en mis carnes, me he dado cuenta, con el paso del tiempo, que de crisis casi nada, esto lo que ha sido es un saqueo en toda regla.

¿Hay alguien capaz de citar de memoria y valorándolos en dinero todos los robos que hemos sufrido los ciudadanos por parte de los responsables políticos desde la época de Felipe González? Me temo que de no recurrir a San Google no, es imposible hacer un ejercicio de memoria tan grande y, mucho ojo, habrá muchos casos que ni siquiera se encuentren en Google, debe ser por uno de esos misterios tipo "Cuarto Milenio". Si pusiéramos todos esos escándalos encima de una mesa y sumáramos, seguramente, se nos pondrían los pelos de punta. No digo yo que el agujero económico que ha provocado esta crisis venga sólo de eso, pero es probable que muchos de los padecimientos económicos que, ahora, estamos sufriendo los ciudadanos nos lo podríamos haber ahorrado.

Baste pensar que sólo el escándalo descubierto recientemente, la ya famosa "Operación Púnica" se estima que ronda unos 250 millones de euros, son cifras mareantes que probablemente nos hubieran evitado, de no haberse producido, algún impuesto menos. Mientras tanto y después de lo que es, para mi, una evidencia tan grande lo único que escuchamos de los responsables políticos es "perdón", y además ese no es un perdón que se pida voluntariamente, es casi un perdón sacado al protagonista con sacacorchos.

Lo que me pregunto yo, después de todo esto, es ¿cómo es posible que aún haya ciudadanos que se apoyen para la salida del agujero en partidos que propugnan más estado? Para ese hecho sólo encuentro estas explicaciones, están abducidos, no saben de lo que hablan o son mas tontos que Pichote, que ya sabéis todos que es lo que se rompió cuando se cayó de espaldas.