Oleguer "Dumbo", no necesita Jumbo

Lleva casi dos años la justicia española anunciandoselo a los Pujol. "Que os estáis portando muy mal." "Que sabemos que estáis robando." "Mira que voy a por ti." "Mira que ya llego." "Uy, que ya estoy a punto de ir." ¿Y que pasa cuando van? Pues que de momento, y como era de esperar, no han encontrado absolutamente nada. ¡Ahí iba a dejar todas las pruebas Oleguer and company! Todas las televisiones en la puerta de su casa, parecía la crónica de un registro policial "por sorpresa" anunciado. Yo creo que Oleguer estaba esperando ya a la policía con un cafetito y unas pastas, el desayuno es la comida más importante del día.

Conclusión, Oleguer es detenido, algo había que hacer, pero durante unas horas nada más. A partir de ahora la velocidad de la luz se debería medir en el tiempo que transcurrió entre la detención de Oleguer y su puesta en libertad elevado al cuadrado. Lo más grave de todo es que la policía española, profesional donde las haya, es un mero actor en este teatro que nos están montando para que todos creamos que alguien está realmente interesado en esclarecer todos los asuntos del clan Pujol. Aunque los billetes de 500€ les rebosaran por los bolsillos de los pantalones la justicia les daría tiempo para que los pusieran a buen recaudo.

Una auténtica tomadura de pelo, vaya. Todo esto no hay quien se lo crea. Mientras tanto, y en el mismo día en el que nos enteramos que el domicilio de Oleguer Pujol es registrado, nos llega la noticia que su padre es ya pensionista, más de 2.500 € del ala que va a cobrar don Jordi. Es lógico que cualquier persona que llegue a cierta edad, y con el máximo cotizado, cobre una pensión como esa. Pero no veo demasiado lógico que alguien, que ha reconocido personalmente su delito, lo haga sin haber sido investigado antes. En un país donde tantas familias están subsistiendo con los famosos 400€, no lo veo lógico. No por la diferencia de ingresos, lo veo ilógico por la cantidad de papeleos que esa persona que va a cobrar 400 € tiene que hacer y, sobre todo, la gran cantidad de cosas que tiene que demostrar.

Esto de los Pujol, como muchas otras cosas, es una farsa. Una farsa que estará en el candelero lo que el gobierno y la prensa parcial que hay en España, la mayoría, quieran. Es más que evidente que han cometido delitos, yo no se cuantos ni en que cuantía, pero es más evidente todavía que nadie quiere que esos delitos sean esclarecidos. Con la amnesia crónica que padece últimamente la sociedad española, que nos olvidemos de ellos es sólo cuestión de tiempo.